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[Reportaje] Low Festival, día 3: nos pilló el mañaneo

El día 3 del Low Festival era el día marcado en rojo en nuestro calendario, y es que la última jornada del festival benidormense nos tenía reservada una tarde/noche (y parte de las primeras horas de la mañana) llena de buena música.

La ruta estaba clara: empezaríamos con el pop de Cupido, luego iríamos a disfrutar del espectáculo de Vetusta Morla, luego directos al buen rollo de Cariño, cerramos el escenario Vibra Mahou con Miss Caffeina y terminamos el festival con la intensidad de Trashi.

Así, cogemos nuestras mochilas, nuestra cámara, el agua y lo que haga falta, y volvemos a embarcarnos en el viaje en Tram de Alicante-Benidorm, donde ya empezamos a ver caras conocidas con pulseras del Low, listos para afrontar el último día.

CUPIDO: EL POP DE PIMP FLACO Y SOLO ASTRA DOMINA EL LOW

Llegamos al recinto con la voz con autotune de Pimp Flaco sonando a todo volumen desde el escenario MINI, al que fuimos corriendo para no perdernos ni un segundo más del concierto.

Un gran y multitudinario público se agrupaba en el segundo escenario más grande del festival, y es que no es para menos, la conjunción de Pimp Flaco y Solo Astra llamada Cupido ha conseguido enamorar a gran parte de la población española, con su pop con inspiraciones de los 80/90s pero con un toque rejuvenecedor y renovado, estos chicos ya tienen en su corta carrera como conjunto algunos de los temas más míticos del panorama actual español.

Pimp Flaco como frontman funciona muy bien y se nota que ya tiene años a su espalda sobre las tablas, tanto en el mundo del rap/trap como ahora con Cupido y Solo Astra en directo con la parte instrumental suenan espectacularmente bien, con algunos momentos de especial brillantez en varias canciones que superaban, con creces, a cómo suenan en su versión de estudio.

Personalmente, soy un gran fan del primer disco de Cupido Préstame un sentimiento (2019), cuando salió lo quemé de tanto escucharlo porque estaba en el momento perfecto de mi vida para que esas letras llegaran a mí, así que aprecié que, aunque su último trabajo fue claro protagonista sonaron algunas canciones de este álbum tan importante para mí como fueron Milhouse, Autoestima o la increíble No Sabes Mentir, mi favorita sin duda de toda su carrera.

De sus últimos trabajos, triunfaron especialmente entre el público canciones como La Pared, Santa o Galaxia, que además sonaron espectaculares con un Pimp Flaco imparable sobre el escenario que, acompañado de su carisma personal, se dejó la voz y la piel para contentar a una gran cantidad de público que bailaba sus canciones como si fuera el fin del mundo.

Cabe destacar una cosa que me llamó poderosamente la atención de este concierto y es que, junto a nosotros, muy cerca de la primera fila, había una mujer de unos 40 y muchos años que se sabía las canciones enteras y las cantaba con los ojos cerrados como si de himnos se tratasen. La mayoría del público de Cupido en el escenario MINI eran gente de entre 20 y 30 años y ver una mujer de otra generación dejándose la piel con los temas de esta joven banda me llenó el corazoncito de amor.

VETUSTA MORLA: UNOS INDISPENSABLES DEL PANORAMA NACIONAL

Vetusta Morla dio una masterclass de espectacular directo en el Low 2023. Foto por Jordi Laguía

El día avanzó y los conciertos del festival también, antes de ir al cabeza de cartel del día (Vetusta Morla) nos pasamos un rato por el renovado escenario Ellesse, donde disfrutamos de un buen rato de las sesiones de DJ de Monsieur Blaya y Putochinomaricón, disfrutando de algunos temazos míticos de pop nacional e internacional calentando motores para el que prometía ser el conciertazo del día.

Nos acercamos al escenario Vibra Mahou en uno de los conciertos más multitudinarios de la edición: Vetusta Morla con su gira Cable a Tierra.

Obviamente los madrileños se metieron al público rápidamente en el bolsillo con temas como Virgen de la Humanidad, Valiente, Sálvese Quien Pueda (junto con Miss Caffeina) o la cover de Nothing Compares 2 U en memoria de Sinnead O’ Connor, que falleció 3 días antes.

Pero esta vez no me dedicaré a hacer un análisis del concierto hablando de las canciones una a una, de cómo sonaban técnicamente (ya os lo digo, son excelentes) y etcétera. Esta vez hablaré de mis personales impresiones viendo a Vetusta Morla en directo por primera vez en mi vida.

Voy a ser completamente sincero: nunca he sido especialmente fan de Vetusta Morla. El indie pop e indie rock español siempre se me han resistido un poco y los de Madrid, pese a que todo el mundo me decía que tenían un gran directo, nunca consiguieron conquistarme.

Este año cambió un poco mi perspectiva, siguiendo el consejo de gente que quiero mucho y de la que confío, volví a darle un intento a la música de Vetusta Morla, consiguiendo engancharme a unas cuantas canciones de su discografía y cogí el concierto con bastantes ganas.

Y es que la fama que tienen está bien ganada, no sólo musicalmente suenan espectaculares, tienen preparado un juego de luces y pantallas del más alto nivel estético y Pucho es un gran frontman que la verdad es que es incapaz de pararse quieto. Le sobra la energía en todo momento.

Pero lo que más hace disfrutar de Vetusta Morla es su increíble público cosechado de tantos años de excelente carrera: la gente se conoce todas las canciones y las corean dejándose el alma en todas y cada una de las frases. Benidorm se volvió uno gritando algunos de los versos ya más míticos de la música española y esto sólo se consigue siendo unos grandes artistas por tantos años.

Salí muy contento del concierto de Vetusta Morla, sin ser un fan de hace tantos años de la banda y sin, ni por asomo, escucharme todos sus discos, los de Tres Cantos consiguieron encandilarme y disfrutar de un show en directo con mucha energía, mucho cariño y una profesionalidad de años haciendo buena música.

CARIÑO: DIOS BENDIGA EL TONTIPOP, DIOS BENDIGA FAMILY

Cariño dio una buena dosis de su dulce pop al público del Low. Foto por Jordi Laguía

Salimos directos al escenario MINI, donde ya empezaban las primeras notas de las de Lavapiés: Cariño.

Cariño había sido una asignatura pendiente desde hace años, siempre he querido verlas en directo, pero por una cosa o por otra (solapes, mal horario…) nunca he podido verlas, así que por fin llegaba el momento de ver al trío de pop madrileño.

El amor que sienten estas chicas por la música se queda impregnado en cada una de sus canciones, de un pop convincente y pegajoso que siempre consigue enamorar a su público, mayoritariamente joven y con muchas ganas de bailar y pasarlo bien.

Resonaron en Benidorm temazos como Bisexual, si quieres, Canción de Pop de Amor o Llorando en la Limo, con un público tan entregado que se lanzaron incluso a hacer pogos y saltar sin parar como si de un concierto de punk se tratase, una energía que las propias Cariño agradecieron en repetidas ocasiones.

Ellas mismas mencionaron que era su primera vez en un escenario grande del Low y se estrenaron en el escenario Mini con mucha energía y un guitarreo digno de grandes nombres del cartel. Tienen mucho buen rollo y se nota en el escenario y saben contagiarlo al público. A destacar, Tamagotchi triunfó mucho entre los asistentes, que se la sabían entera y la disfrutaron muchísimo, dejándonos a todos los que salimos del concierto con un muy buen sabor de boca.

MISS CAFFEINA: ESPECTÁCULO PURO PARA CERRAR EL ESCENARIO VIBRA MAHOU

Miss Caffeina trajo el mejor momento visual de todo el festival. Foto por Jordi Laguía

Así hicimos otro paseíto del escenario MINI hacia el escenario Vibra Mahou, el último de todo el festival, puesto que nos dirigíamos al concierto que iba a cerrar esa parte del recinto: Miss Caffeina.

Es ya tradición hacer peregrinaje a los conciertos de esta banda siempre que coinciden en algún festival que vayamos y es que, desde que les vi por primera vez hace años en su concierto presentando De Polvo y Flores (2013), pocas veces me he perdido sus conciertos, especialmente los de la época de Oh Long Johnson (2019), mi personal favorito de su carrera.

Al Low llegaban presentando su disco El año del tigre (2022) y su EP Shanghái Baby (2023) y de Asia iba la cosa puesto que la puesta en escena, muy guiada por un buen juego de luces y una pantalla gigante, estaba muy inspirada en los neones, los símbolos del zodíaco chino y los paisajes orientales, que, la verdad, le quedaban muy bien a todos los temas que tocaron, incluso a los de otros discos, la adaptación fue exquisita.

La verdad es que fue, posiblemente, la mejor puesta en escena del festival, que estuvo inevitablemente acompañada de un muy buen setlist cargado de algunos de los mejores éxitos de la carrera de los madrileños, de las que destaco Merlí o Dancetería (Aquí Nadie Sabe Tu Nombre) donde salieron unos siempre simpáticos Varry Brava a acompañar.

Una de las partes malas de ser fan y seguidor de Miss Caffeina desde hace tantos años es que hay canciones modernas que han acabado quitando el puesto a algunos temazos del pasado que se echaron de menos como Hielo T o similares. La contraparte de esto es que el nuevo disco luce muy bien en directo y pueden estar orgullosos de cómo funcionan estos nuevos temas en vivo.

Para terminar, como siempre, el TEMAZO por excelencia del grupo, Mira cómo vuelo, se coronó sin duda como uno de los mejores momentos del festival con todo el mundo saltando y bailando al ritmo de este grupazo que, año tras año, se corona siempre como una de las bandas más en forma del panorama nacional.

TRASHI: NOS DIERON EL MAÑANEO

Trashi se dejaron la piel en el escenario con un concierto enérgico. Foto por Jordi Laguía

Nos movimos al último concierto que estábamos esperando del día, el escenario MINI sonaba con los primeros momentos de Varry Brava pero nuestro destino era el escenario Elfbar donde unos jóvenes Trashi estaban terminando de preparar sus instrumentos para empezar su concierto.

El show empezó un poco más tarde de lo habitual por unos problemillas técnicos que tuvieron que arreglar al momento, aunque en compensación el concierto duró más de lo que venía puesto en el horario.

Con los errores solucionados, Trashi comenzaron el concierto enseñándonos cuál es una de las claves de su éxito en los directos: una fuerza imparable y una energía prácticamente inagotable lideradas por un frontman que no puede pararse quieto e, incluso, subiéndose a los laterales de la estructura del escenario mientras canta algunos de sus temas.

El estilo de Trashi es un hijo entre la música urbana y el punk rock más visceral. Y el hijo ha salido muy guapo. La mezcla de guitarra, bajo y batería analógica con sonidos electrónicos y un potente autotune crean un excelente cóctel y se siente como la música de la nueva generación. Así es cómo quiero que suene la nueva corriente adolescente, que podría estar perfectamente liderada por Trashi.

Este sonido le queda estupendo a Fiebre y La Bachata, dos covers de dos canciones absolutamente míticas del panorama urbano que se sienten completamente nuevas versionadas por Trashi. Ya no se bailan, se usan para crear un eterno pogo.

Los temas propios de la banda no se quedan atrás, sonaron dime que sí, Quiero Dormir Contigo entre otras y todas y cada una de ellas suenan MUCHO mejor en directo que en su versión de estudio. Este tipo de música siempre suena mejor en vivo si el grupo es capaz de defenderlo como Dios manda y en esto Trashi van sobrados.

Pero sin duda el momentazo del concierto e incluso uno de todo el festival en general fue cuando sonó mañaneo la colaboración de Trashi con Pedro LaDroga y un hitazo se mire por donde se mire. Todo el público se volvió loco y saltó, empujó, hizo pogo y gritó la letra de una canción que, si no está ya, entrará en el hall de la fama de la música nacional al conseguir encontrar el equilibrio perfecto entre dos sonidos que encajan como un puzzle perfecto.

Trashi no fue el mejor concierto en cuanto a producción, no tuvieron grandes juegos de pantallas y luces, pero sí fue uno de los mejores conciertos en cuanto a lo puramente musical y personalmente sí que fue uno de los que más disfruté de todo el evento con diferencia.

Apuntad a Trashi en vuestras agendas, aprovechad para verlos ahora, en unos años los veremos cada vez más altos en los carteles. Creednos, sabemos de lo que hablamos.


Después de disfrutar un poco del buen humor y la buena música de Aníbal Gómez nos fuimos directos al Tram, con ganas de volver a nuestra cama para dormir pero no con ganas de volver a casa.

De casa estábamos saliendo.

El Low se siente como en casa, y estamos encantados de poder visitarla una vez al año.

Tenéis el reportaje del primer día aquí.

El segundo día aquí.

En flickr todas las fotos aquí.

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