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[Reportaje] Spring Festival 2025, día 2: ¿tú eres jevi?

Público del Spring Festival durante el concierto de Miss Caffeina. Foto por Jordi Laguía Morales

Este año había una cosa de mi vida que me perturbaba, que me fastidiaba, que me preocupaba y que me dejaba con mal cuerpo y eso era nada más y nada menos que me iba a perder el Spring Festival.

No os voy a engañar que le tengo una debilidad terrible a los eventos de Producciones Baltimore, pero está completamente justificada, no sólo suelen conformar unos carteles como mínimo interesantes, es que los eventos siempre están genial organizados sin problemas de sonido, ni de colas, ni de organización con la prensa ni nada parecido.

Por eso me dolía la idea de no poder ir al Spring Festival 2025: por un problema de horarios con el trabajo parecía, a priori, imposible que volviera este año al evento alicantino.

Pero finalmente pude configurar un poco mejor el horario y, aunque me tuve que perder el viernes (y a mis queridos CA7RIEL & Paco Amoroso) pude conseguir acreditación para ir el sábado, el segundo día del festival.

Como siempre en este tipo de eventos, aparcar fue un caos, pero después de dar muchas vueltas (y de tener mucha paciencia), llegamos al Multiespacio Rabasa para comprobar que había cambiado la estructura interna del festival, los escenarios, en vez de estar uno al lado del otro, se encontraban uno enfrente del otro a lados opuestos del recinto y, no sé si fue una sensación mía o qué, pero sentí que era más amplio que otras ediciones.

Llegamos con las últimas notas de Amaia resonando en el aire y nos dirigimos corriendo al primer concierto del día que nos interesaba.

MISS CAFFEINA: APUNTA DONDE PRENDE

Alberto Jiménez, cantante de Miss Caffeina, durante su show en el Spring Festival. Foto por Jordi Laguía Morales.

Llego al foso y preparo la cámara para uno de los grupos que siempre consigue gustarme en directo, Miss Caffeina.

Los madrileños desde hace años siempre han conseguido convencerme con unos directos sentidos, con mucho ritmo y varios hits que siempre funcionan muy bien ante el gran público que trae un festival, ambiente que creo que les encaja como anillo al dedo.

Empezaron con una intro que, aunque creo que la intención era buena, no terminó de convencerme por un uso de la IA generativa un poco desafortunado en mi opinión, que no tapó el arranque afortunado que es unir a Oh! Sana, Punto Muerto y Cola de pez, esta última muy celebrada por el público del festival.

Foto por Jordi Laguía Morales

Los «old school» pudimos disfrutar de temazos como Venimos y Hielo T, canciones que no envejecen para nada mal, de hecho, parece que cogen años como un buen vino tinto y cada vez que las veo en directo las disfruto incluso más, especialmente Hielo T, himno ya histórico de mis playlists de Spotify.

Prende, Merlí y Dancetería (Aquí nadie sabe tu nombre) puso a bailar a toda la pista y es que un concierto de Miss Caffeina es esto: un remanso de paz en el que poder desconectar y cantar a pleno grito y bailar con otros compañeros festivaleros (gente de todas las edades en este concierto, por cierto) hasta que te duelan los pies.

Y para bailar llegó la traca final del concierto, con la siempre celebrada Mira cómo vuelo y Para toda la vida, ambas recibidas con muchísimo entusiasmo y se notaba que mucha gente venía casi exclusivamente por estos dos temas y, sinceramente, esperamos que se llevaran algunas más guardadas en su playlist.

OJETE CALOR: PURO HUMOR SIN CORTAR

Aníbal Gómez y Carlos Areces hicieron las delicias de sus fans en Alicante. Foto por Jordi Laguía Morales.

Nos tomamos un descanso para cenar mientras Mikel Izal alegraba los oídos a sus fans y nos preparamos para un show que siempre da lo que promete: Ojete Calor.

Carlos Areces y Aníbal Gómez, mejores conocidos como Ojete Calor, sabes que siempre van a conseguir sacarte una risa, no solo sus canciones cómicas mejoran con sus performance en directo, es que tienen gags cómicos entre canciones que, al menos a mí, siempre me hacen reír, es mi tipo de humor, qué le vamos a hacer.

Salieron armados con varios de sus mejores éxitos como Extremismo mal, Morreo, Mocatriz o el cierre con Viejoven y Tonta Gilipó pero, sinceramente, se viven completamente distintos en directo, con todo el mundo gritando las letras mientras sonríen, carcajean y abrazan a sus allegados.

Foto por Jordi Laguía Morales

También como siempre hubo versiones, su mítica Agapimú, One More Time o el popurrí de Volver, volver / Se acabó / Eres diferente / El Bimbo / La chica ye yé / Vivir así es morir de amor / Hay que venir al sur / Quédate (BZRP Session con Quevedo), básicamente una combinación de canciones que consiguió convertir el Spring Festival en una pista de baile digna de una verbena de pueblo.

Y es que Ojete Calor vive por y para la carisma del dúo y tienen a los fans en el bolsillo, de hecho, delante de donde me encontraba yo con mi novia había un grupo de fans de la banda, todos con camisetas que no paraban de gritar, saltar, bailar, subirse a los hombros unos de otros e incluso pudieron aupar a Aníbal cuando bajó a liarla con el público.

Es imposible salir descontento de un concierto de Ojete Calor, siempre SIEMPRE consiguen sacarte una sonrisa.

Dejamos atrás a Ojete Calor y nos fuimos a descansar un poco y tomar algo en la zona gastronómica del Spring Festival (muy bien ubicada por cierto) mientras Alaska daba un gran espectáculo con Fangoria, incluyendo un momento de show de puro saxofón.

Pero nos esperaba en el otro escenario nuestro último concierto de la noche…

ALCALÁ NORTE: LA VIDA CAÑÓN

El rock no ha muerto, solo se ha… transformado. Foto por Jordi Laguía Morales

Venía a este concierto con cierto hype porque no era la primera vez que veía a Alcalá Norte en directo.

Los vimos de forma gratuita ya en el Castillo de Santa Bárbara, en los Conciertos del Baluarte (otra gran iniciativa de Baltimore) y me dejaron un buen sabor de boca, no sólo se defendían muy bien en vivo, también su batería desprendía un auténtico carisma natural que me mantuvo enganchado a ellos todo el concierto.

Foto por Jordi Laguía Morales

Parte del éxito de Alcalá Norte siempre digo que es gracias a su genial manejo de redes sociales, más concretamente twitter. Su «admin» entiende bien el lenguaje de las redes y lo juega a su favor, creando tendencias, memes internos y consiguiendo viralidad completamente rentable, tanto que yo conocí a la banda madrileña antes por twitter que por su música. Es la señal del trabajo bien hecho.

Algunos de los mejores temas de los madrileños resonaban en el Spring Festival, mientras las pantallas mostraban vídeos, en su mayoría cómicos o directamente de memes. No Llores, Dr G, La Calle Elfo o El Rey De Los Judíos fueron celebradas entre sus fans más acérrimos, mientras que La Calle Elfo, Westminster o La Vida Cañón hicieron las delicias de los curiosos que iban a disfrutar del concierto por sus puros hits.

No os voy a mentir, Alcalá Norte son unos chavales con ganas de pasarlo bien y soltar todo su arte sobre el escenario.

Y lo hacen perfectamente y ojalá lo sigan haciendo durante muchos años, eso es, al final, lo que nos gusta de la música.


El Spring Festival siempre consigue devolverme una sonrisa en la cara. Da gusto ir a un evento que se nota que lo que busca es disfrutar de la música, de un buen sonido y de una propuesta interesante para una ciudad que lo merece: Alicante.

Todas las fotos en nuestro flickr.

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