Público del Low durante el concierto de Judeline. Foto de Aída Espliguero.
Pasan los años y no hay forma de que me canse del Low Festival.
Tal como está el mundo musical a día de hoy, un festival independiente como el de Producciones Baltimore en Benidorm es un soplo de aire fresco, aunque pueda tener mis enemistades con su cartel a veces, sin duda siempre intentan apostar por una propuesta muy única y muy suya propia en vez de sumarse a la tendencia completamente conservadora de muchos carteles nacionales.
Después de un ligero viaje en coche, llegamos el primer día del Low Festival y nos dirigimos a la puerta, donde nos encontramos la primera sorpresa de la edición: una enorme cola para entrar al recinto.
Puede ser que fuera porque la primera actuación era Judeline o porque la venta de entradas había sido todo un éxito (un sold out prácticamente) pero fue la primera vez que yo recuerdo tener que hacer una cola para entrar al Low Festival.
Fue rápida aunque no indolora (el Sol de Benidorm no ayudó) y entramos al recinto cuando sonaban las primeras notas de Judeline.
JUDELINE: LA NUEVA CARA DEL POP PATRIO
El Low arrancó con la gaditana Judeline, inaugurando el escenario Benidorm y el festival para muchos de nosotros y mereció la pena.
Lara Fernández Castrelo llegaba al festival presentando su disco Bodhiria (2024), uno de los LPs más interesantes del año pasado y el concierto estuvo bien servido de varios de los éxitos de este trabajo, como Heavenly, mangata o INRI, entre otros.
Cargada con un espectáculo con bailarines, actores y un juego de luces y pantallas, Judeline consiguió meterse al público en el bolsillo a través de una potente voz en directo y una simpatía nacional que se dejaba ver en sus intervenciones con el público, que estaba completamente comprometido con el concierto, que no solo estaba yendo genial, también contaba con el extra de ser el primero del evento, haciendo que la gente lo cogiera con muchas ganas.
El cierre fue exquisito, cuando empezó a sonar zarcillos de plata todo el mundo se llevó las manos al pecho, listos para cantar el que seguramente sea el himno de la joven gaditana, una canción dulce, sentida y con una increíble progresión que, si os gusta en su versión en álbum, os puedo asegurar de primera mano que en directo es incluso mejor.
Judeline firmó un gran directo en el que hizo las delicias de los fans y convenció a escépticos en un inicio del Low claramente gratificante.
CAROLINA DURANTE: ¿QUÉ NOS HA PASADO, SI NO HA PASADO NADA?
Fuimos corriendo al escenario Vibra Mahou, el principal del festival, para disfrutar de mi personal show más esperado del evento: el concierto de los madrileños Carolina Durante.
Los que me leéis aquí desde hace tiempo, sabéis el cariño personal que le tengo a estos cuatro chavales que les he visto crecer desde su actuación en la Sala Stereo, presentando sus EPs y los primeros singles de su primer disco, hasta ahora, donde llenaron hasta arriba un escenario principal del Low Festival. Ni más ni menos.
La oficina de The Office nos esperaba sobre la tarima y, después de escuchar la canción de la intro de la famosa sitcom, el ascensor subió y abrió sus puertas para dejar salir a la banda del momento.
Los primeros acordes de Joderse la vida sonaron y desató la locura en Benidorm.
No lo voy a negar, el concierto fue un absoluto bolazo, pese a que personalmente echo de menos algunas canciones del primer disco o canciones como El Himno Titular (sí, soy así de pollavieja), se notaba en el público que el disco Elige Tu Propia Aventura (2024) ha pegado fuerte entre los festivaleros.
Misil, Tempo 2, Tomé Café o San Juan fueron algunas canciones del bloque inicial que hicieron despertar a un público, bastante joven en cuanto a su media de edad, que coreaba al ritmo de lo que ofrecía un Diego que, pese a estar lesionado, no se le notaba en su energía en el escenario.
Probablemente tengas razón llegó a mitad del setlist y se sintió como una catarsis general, todo el mundo gritando la letra a pleno pulmón de para mí personalmente, la mejor canción que han hecho nunca los madrileños, en cuanto a producción y letra se refiere.
En verano dio la previa perfecta para una parte más animada del concierto, con Yo pensaba que me había tocado Dios y Perdona como continuación, pero fueron eclipsadas por el nuevo himno de la banda, Hamburguesas.
Pocas veces he visto una canción traspasar tantas generaciones. Público de todas las edades se reunía alrededor del escenario Vibra Mahou para repetir su nuevo mantra: “mis amigos suman más que mis demonios”.
El cierre con Normal (junto a Las Petunias, unas invitadas de lujo para la ocasión) y Las Canciones de Juanita fue un broche de oro perfecto para un concierto que confirma y solidifica un éxito.
Carolina Durante han venido para quedarse y parece que no se quieren ir pronto.
LAS PETUNIAS: UN SHOW MUY REAL
El día pintaba que iba a cerrar bien con el último imprescindible de nuestras agendas del primer día: Las Petunias en el escenario Radio 3.
Cecilia, Elsa y Natalia se colaron en el cartel gracias al concurso de bandas de The Spanish Wave y demostraron sobre el escenario por qué se merecían estar en el Low 2025: tienen una energía imparable, un buen rollo contagioso y unos buenos temas bajo el brazo.
Venían presentando su disco debut, Creo que soy de porcelana (2024) y conquistaron a un público que venía con ganas de gritar, saltar, bailar y pasarlo bien a base de tralla pop punk, guitarreo puro y gritos completamente desatados.
Temas como Mercerías las justas o B0mb4 resonaron en el stage pero sin duda la que despertó la histeria de todo el público fue Marcelo Criminal, su particular interpretación de Mantenlo Criminal de Jarfaiter, que volvió absolutamente majareta a Benidorm, fundiéndonos todos en varios pogos, empujones y golpes sonrientes, con un buen rollo que sólo se pueden encontrar en conciertos de este tipo.
Las Petunias en uno de esos grupos que cuando los escuchas y ves en directo sabes que aman cada segundo que están en el escenario. Estas tres chicas se dejan la piel y la sangre, el sudor y algunas lágrimas en dar a sus fanáticos un concierto inolvidable y sí, puede que a veces haya fallos o problemillas técnicos, pero lo subsanan con esa simpatía y ganas de comerse el mundo que solo se tienen al principio de la que, esperemos, sea una larga carrera.
Aunque pasamos a escuchar un rato los pegadizos ritmos latinos de Bomba Estéreo y el el show peculiar de Teo Lucadamo, el sueño nos acabó superando y no tardamos en volver a casa a recargar las pilas.
Aún quedaba Low para rato.
La MusiKalité 