Agoraphobia. Foto: Jaume Maneja
Un sábado es mejor sábado si hay un gran concierto de rock nacional en la sala por excelencia para este tipo de conciertos, la Sidecar. Ya había tenido oportunidad de ver a Agoraphobia en esa misma sala en la gira del primer álbum, y, ahora, con Unaligned, un disco más pesado que su debut, vuelven a hacer mucho ruido en la mítica sala de la Ciudad Condal.
Con más público que la anterior vez, las gallegas se consolidan en Cataluña con un público que mezcla paisanos con gente de muchos orígenes que quieren disfrutar del potente directo de la banda.


La potente base rítmica de The World is Dying empieza el recital, una buena elección para conectar a la gente desde el primer momento son su potente sonido. Desde el primer momento, la entrega de todos los componentes es clara, con mucha presencia y caras serias y amenazantes que atraen nuestra mirada, como la potente actitud de Susana, la vocalista. A partir de ese primer momento se van intercalando canciones de los dos álbumes, temas como Space Race, It’s All About You, la arolladora Karlova donde se puede ver la habilidad de Paula a las baquetas, junto a las tablas que tienen como banda.
Con temas como Smokescreen, Captain Time o Salvation se llega al ecuador de show, en el que no han necesitado mediar palabra y el toque de buen rollo lo aportan los gritos del público, en un ambiente muy familiar.»Agoraphobia al Primavera Sound» exclama un asistente al concierto. Esperemos que la banda tenga todo el apoyo del mundo en el festival barcelonés. El repaso a su último álbum sigue con temas como Inglorious Mind o Slow Goodbye, canciones que lucen mejor en directo.


La recta final no deja de mejorar, con una setlist muy bien construida para llegar a un buen clímax final. La potencia de We Own Us provoca cabeceos como si de un concierto de metal se tratase y los que conocemos el primer álbum sabemos el nivel de temazo que es Caffeine Pill, una bomba garage rock con la que te entran ganas de abrir algún pogo.
El toque ambiental llega con la preciosa Remain Unchanged, un temazo que evoluciona hacia un final climático a más no poder y Zero, uno de esos grandes singles de la banda, un tema perfecto para poner el broche final a la noche, en un concierto que se hizo realmente corto.

La banda gallega mejora con el tiempo en directo, eso es un hecho, y saben que la Sidecar es un lugar genial para disfrutar de su show: una sala con muy buen sonido para lo pequeña que es y un ambiente muy familiar perfecto para desatar su ruido. Personalmente, echo de menos en sus directos algo más de palabras e interacción con el público y sigo enfadado porque no tocaron É Unha Opinión, mi tema favorito de su discografía, pero, como siempre, un notable show.