Cuando alguien lleva media vida dedicándose a la música es difícil que algo sorprenda demasiado. Y no es nada malo, es un estilo, una marca de la casa.
Pero después llega Dani Martín, saca nuevo disco y nos deja sin palabras. Supongo que decir que es el disco más personal no sería justo, porque creo que todos son personales, todos llevan algo íntimo y personal del artista. Pero en este caso, Martín se sale del pentagrama

Lo que me dé la gana, el título ya es una declaración de intenciones de base. No engaña a nadie, ha hecho lo que le ha dado la gana y se nota. El disco te da para bailar, cantar a grito pelado, emocionarte y hasta llorar.
Cada canción es un universo completo, te llevan a un viaje que empieza y acaba. Cada una tiene su propia personalidad y esencia. Se complementan entre ellas y crean un discurso coherente y claro.
En el mismo disco suena artista de la talla de Coque Malla, Joaquin Sabina, Juanes, Alejandro Sanz o Camilo. Tan distintos y tan bien unidos bajo el brazo de Dani Martín.

Los dos singles que ya habían sonado Huesos y La Mentira son sólo la punta del iceberg. El disco abre con un telón de lujo, Coque Malla es el primero en acompañar a Martín. Empieza la función es una clara declaración de intenciones. Unos cimientos muy bien puestos que irán creciendo a lo largo del disco.
Hay perlas preciosas como Portales, una canción de amor en toda regla. Preciosa, pequeña y directa a hacerte pensar en Esa persona.
Cómo me gustaría contarte es el llanto del disco. Lo que a Dani Martín le gustaría contarle a su hermana que ya no está. Han saltado lágrimas todas, todas las veces que ha sonado y os aseguro que no han sido pocas.
Justo antes de la emoción suenan guitarras hasta la saciedad Lo que me dé la gana es la canción vertebral del disco y a que le da nombre. Un decálogo de intenciones y una carta abierta donde Martín dice sin pelos en la lengua que ahora las riendas las lleva él.
Podría analizar cada canción y buscar detalles en cada rincón pero creo que es mejor que las destripéis poco a poco, que las saboreéis poco a poco y disfrutéis de cada nota de este impecable trabajo.
Si hubiera que ponerle un adjetivo seria, sin duda, valiente. Por lanzarse al vacío desde la cumbre de artista del pop que se ha currado a lo largo de los años.
¡Bravo por la valentía, Dani!