
El artículo que hizo mi compi Álvaro en esta misma casa me ha llevado a rememorar algunos de los discos que más me han influido y enriquecido, a la par que emocionado. Varios llevan siendo la banda sonora de mi vida por varios años, otros, como el magnífico It’s Hard To Find A Friend de Pedro The Lion se ha convertido en un clásico instantáneo tras darle unas primeras escuchas tras la recomendación.
Por eso, estoy yo aquí hoy, copiando exactamente la fórmula que utilizó Álvaro, para que se vea la poca imaginación que tengo. Pero principalmente, este plagio descarado se debe a que me parece una sencilla y eficaz forma de hablar de estos géneros perdidos en el oasis musical de los noventa y de no romper los formatos (que a veces, solo a veces, soy muy ordenado).
Así pues, voy a dar comienzo a este pequeño análisis de cinco de mis discos preferidos, no solo del género, no solo de la década, sino de toda mi biblioteca musical.
Pero antes, aclarar que la concepción del post-hardcore, no es más que el viajar entre aguas desconocidas, de tal forma, que lo recogido en el viaje, se adhiera con sintonía en la contundencia y la energía del hardcore punk. Pese a que en estos últimos años se esté dando la importancia que tienen a estos discos, hay que pensar que su boom comercial quedó muy mitigado por la explosión del grunge y del más tarde pop-punk, pero que su legado e influencia sonora se expande constantemente hasta grupos, incluso, más conocidos de los que vamos a hablar.
1.Slint- Spiderland (1991)
En el año que salió Nevermind, el underground punk de los Estados Unidos gestó uno de los trabajos más introspectivos y sinuosos de esta lista. Con retorcidos cambios de compases, y delicadas estructuras instrumentales, Spiderland, es una obra desbordante que reposa de maravilla entre la dureza de otros grupos de aquella época.
Un trabajo que suena amargamente desolado y que cuenta con expresivas formas de tomar las, apenas, seis piezas que forman su conjunto. Los susurros narrados de Brian McMahan se nos cuelan en el torrente sanguíneo y a veces explotarán con poderosas armas melódicas y otras se consumirán en eclécticos bombardeos instrumentales.
Ellos citaron a Black Sabbath, Sonic Youth y Gang of Four como influencias, yo creo que es innegable la absorción de sonidos y texturas de Joy Division. Salvando las distancias, y ya que, el post-punk no caló de la misma forma en Estados Unidos como en Inglaterra, me atrevo a decir que Spiderland es una contraparte de Unknown Pleasures (1979).
Curioso es destacar el hecho de que grupos de post-rock como Mogwai, Explosions in the Sky o Isis, hayan citado esta maravilla como influencia. Será porque asume sonidos más progresivos o quizá por su homenaje al expresionismo alemán…Hasta Lou Barlow de Dinosaur Jr. dijo: “cambiaba demasiado de lento a furioso sin ser grunge o indie rock, era un nuevo estilo de música”.
2. Jawbox- For Your Own Special Sweetheart (1994)
Unos años más tarde, con el estallido de Dookie, Smash y un largo etcétera de álbumes de punk rock que estiraron la vida de la alternativa antes de la llegada del nu metal, Jawbox produjo un LP magnífico donde hay más puntos de encuentro con vertientes más pop.
El cuarteto de Washington se ganó a pulso ser uno de los mejores grupos de punk de Washington, con el permiso de sus mayores, Fugazi. Eso también viene a cuento, pues, esta obra maestra fue lanzado por Dischord Records, la famosa discográfica de Ian MacKaye (Minor Threat, Embrace, Fugazi), y producida por Ted Niceley, que ya había trabajado con Fugazi antes.
¿Pero a qué suena? Aunque se nota la insistente utilización del ruido, la energía y el constante cambio de equilibrios propios de esta corriente, For Your Own Special Sweetheart, es sin dunda un paso agigantado hacia el punk rock más melódico.
Aún con la oscuridad como elemento fundamental, podemos encontrar claros que me recuerdan, quizá a grupos como sus contemporáneos, Jawbreaker, o a los progenitores del género Hüsker Dü. Una experiencia que no podéis perderos, sobre todo los que estéis acostumbrados a grupos más melódicos, es una buena forma de adentrarse en el género.
Hasta Deftones hizo una cover de Savory, y la influencia en los californianos no se acaba con este esfuerzo.
3.Quicksand- Slip (1993)
Ya que hace nada hablé del magnífico retorno de los neoyorquinos, era necesario volver a una obra atemporal con un enfoque de lo más contundente. Se nota, pues, un giro visceral a unas corrientes más duras, más pegadas al metal, influido fuertemente por el hardcore de Nueva York.
Sin embargo, aún con todas, ya que sabemos que el cantante, Walter Schreifels, forma parte de Youth Of Today y Gorilla Biscuits, dos de las bandas más importantes del hardcore de allí, Slip, cuenta con espacios con sensibilidades muy melódicas, aunque no tanto como en Interiors, claro.
Por momentos lo groovy y “bailable” del disco, me recuerda a los grandes Rage Against The Machine, pero sin ser tan rock and rolleros y sin hip-hop, por supuesto. Es quizá eso lo que más adelante se vería reflejado en grupos de metal, como Deftones. El propio Chino Moreno ha declarado ser fan de Quicksand y hasta compartirán bajista a la larga.
Imposible entender el metal de los noventa en adelante sin escuchar esta obra. Grandiosa de principio a fin.
4.Shellac- At Action Park (1994)
Steve Albini es conocido por ser uno de los grandes genios y (grandes imbéciles) de la historia de la música y, más concretamente del mundo del punk rock. Habiendo producido obras estelares de grupos como Nirvana, Pixies, The Jesus Lizard o Don Caballero, ha llegado al podio en cuanto a producción se refiere.
Pero Albini es un gran ingeniero de sonido porque es un gran músico, y para ello ha tenido varios grupos en los que ha demostrado esta vertiente, entre los que destacan Big Black y por supuesto, Shellac.
Un power trio estridente, donde los instrumentos son casi todo el bloque narrativo de , donde la voz tiene un espacio mínimo, en el que confluye la violencia y el calor. De esta forma At Action Park, juega a contra corriente, ofreciendo increíbles puestas en escena sonoras que a más de alguno nos habría gustado componer.
Crudo, animal y orgánico, poco se parece a lo que ahora se entiende popularmente por post-hardcore, que no se parece, en mi opinión, en nada a la grandiosidad de estos genios que buscaban romper de todas las formas, las reglas de un género a simple vista, arcaico y convencional.
Es que tengo muy romantificados los noventa, pero, es que ¿habéis escuchado como suena esto?
5. At The Drive In- In/Casino/Out (1998)
Para finalizar, nos toca un cara a cara con el disco que más tardío de esta pequeña lista, In/Casino/Out, el ‘comienzo’ de uno de los grupos más importantes para el post-hardcore. Antes de sacar la perfección que supuso Relationship Of Command, en el 2000, los tejanos dieron al clavo con un disco inspirador, con la vista hacia el futuro.
At The Drive In, supo mezclar desde el punk rock, al metal, con influencias latinas y contrapuntos emocionales de lo más desgarradores y humanos. Una confesión en toda regla, que forma parte de la evolución propia de un grupo donde los Sunny Day Real Estate y Bad Brains funcionan como gestores.
Así, aunque ya va apareciendo ese factor pop-punk que luego contaminaría el género más adelante, aquí podemos encontrarnos con densos caos que se resuelven inteligentemente en estribillos de lo más pegadizos. Un disco vibrante que te hará mover el esqueleto.
Poco más hay que decir, pero parece ser que At The Drive In es un grupo con un directo arrollador, y los tendremos este año que viene en el Mad Cool el viernes 13 de julio, en Madrid, con el que presentarán su último trabajo In•ter a•li•a y su último EP. Podéis conseguir las entradas aquí. Yo no me los pienso perder ¿Y tú?