Empezamos el 2018 de la mejor forma. Después de un año lleno de música nos disponemos a poner nuestra mirada en lo que al futuro se refiere. Tengo que sincerarme, desde mi punto de vista, el 2017 no ha despuntado entre estos últimos años en cuanto a calidad, pese que he podido encontrar varios oasis en el desierto. Tras unas semanas alejado de la escucha casi diaria, he vuelto para hablaros sobre la primera sorpresa del año.
Para los que estéis un poco desubicados, Jeff Rosenstock, es un músico estadounidense, vocalista del grupo de ska punk, The Arrogant Sons of Bitches. Aparte, el bueno del de Long Island, lleva un tiempo con su proyecto en solitario, en el que descarga su vertiente más punk rock. Su Worry. (2016) fue aclamado por crítica y público y parece ser que con su último LP va a conseguir algo parecido.
Pero ¿A qué debemos atenernos? Post- es un acercamiento íntimo al punk rock, con colores del indie rock y repleto de melodías muy pegadizas, en la cara de grupos como The Menzingers, The Flatliners o Pup. Veámos de qué se trata, pues.
(Recomendamos amenizar la lectura con la escucha del disco)
Mornin’!
Una introducción brevísima narrada por la voz de una mujer nos introduce en la experiencia.
USA
El cálido uso vocal de Rosenstock es acompañado por una pequeña progresión de acordes. Punk rock con propósito, crudo, pero a la vez con una fuerte base pop. Una denuncia a la situación de su país natal, sin quedarse corto con su magnífica frase: “Well, you promised us the stars and now we’re tired and bored”. Tras un climático grito de pulmón, el outro se desvanece entre sintetizadores lánguidos para terminar con un clímax donde también aparecen cánticos de animadora. Un tema humilde en recursos, pero de lo más interesante y humano.
Yr Throat
Con ecos a Pup. La descarga de adrenalina se convierte en himno. Punk rock nacido de un ambiente en el que el heartland y el indie de los 90 parecen los progenitores. A ratos se asemeja a una canción de rock de estadio, otros es un tema para hacer mosh pit en una sala pequeña. Menudo control de la base melódica.
All This Useless Energy
Una guitarra acústica anuncia el medio tiempo. El timbre aterciopelado de Rosenstock es distorsionado para realzar lo desencarnado, lo personal. A fin de cuentas nos acercamos en muchos momentos a música de cantautor, y eso está bien referido en bastantes punk rockers como Brian Fallon, Frank Turner o Dallas Green.
Powerlessness
Tras nuestro momento de reflexión, volvemos a movernos sin control bajo la estela de esta pieza. Powerlessness es una canción punk rock con mucho morro, con una tendencia que me hace pensar en Frank Iero y su Patience, o bandas del estilo, donde, prima la potencia y el dominio melódico. Cuidado que engancha.
TV Stars
Retorno a la bajada de intensidad. En estos momentos Post- me traslada sin tapujos a grupos con uso detallado de la grandilocuencia como Blur. De aspecto reservado, es otra declaración de intenciones. Lo que nos tragamos en los medios es irreal, es muchas veces dañino y ahí seguimos, encontrandonos en estos productos. Triste y cierto.
Melba
Los 90 que tanto admiro marchan como un tren de carga. Un bonito cántico a dejarlo todo atrás y empezar de nuevo, con una clara influencia de Jawbreaker. A parte del buen uso del sintetizador, hay que destacar la labor de las guitarras, que nos han regalado durante el álbum unos cuantos riffs, que a pesar de su simpleza, se incorporan de una manera excelente al resto del conjunto.
Beating My Head Against The Wall
Casi como la otra cara de Melba, este corto y divertido tema, aparece y se va con un gancho atrevido a la par que clásico. El influjo de otros músicos es diverso, pero golpea fuerte y golpea bien contra la pared.
9/10
Casi para terminar tenemos esta balada, que discurre con decisión sin olvidar del apoyo armónico que hace la vocalista Laura Stevenson, que también ha aparecido en algunos otros momentos del disco. Otro tipo de declaración, y un puente para llegar al autor desde otros lugares.
Let Them Win
Parece que para finalizar se dispuso a poner toda la carne en el asador. También más contenida, Let Them Win, hace gala de navegar entre diferentes aguas, las más serenas y las más amenazantes. El pequeño punteo de guitarra es tan adictivo que me dan ganas de irme a por la mía y darle un poco. Así se cierra un trabajo de lo más admirable y que puede que acabe peleando en mi top de este año. Un pequeño vistazo al futuro. Termina con los mismos sintetizadores que flotaban en USA de outro, y es irresistible.
Conclusión
Jeff Rosenstock continua de forma consecuente sus coqueteos en solitario ofreciendo un esfuerzo sincero, desgarrador, crítico con una capacidad melódica que ya quisieran muchos. Desde el punk rock feroz al power pop de los noventa, canción tras canción sin que nos quedemos a medias en ningún momento. Para que digan que el punk rock está muerto.