Fito & Fitipaldis en el Palau Sant Jordi. Fotos: Jaume Maneja.
Es 11 de Mayo y me dirijo al Palau Sant Jordi para ver la recta final de gira de Fito y Fitipaldis. Si hay algo que demuestre el poder de los vascos es que es el primer día de 2 conciertos seguidos en Barcelona y el segundo ya ha colgado un rápido sold out, para celebrar el 20 aniversario del proyecto de Fito Cabrales.
No os voy a engañar, Fito & Fitipaldis es una banda que me gusta mucho. Es la segunda vez que les veo y sigo pensando que son uno de los más grandes del rock español, no solo por su popularidad sino por su calidad de composición y de letras. Los vascos son capaces de llenar el Palau Sant Jordi con rock ‘n’ roll en un país en el que no es precisamente el género más popular y, sobre todo, llenarlo de gente de todas las edades, llevando el rock a personas de toda índole, a dos décadas que han vivido desde jóvenes la música de Fito y los suyos.

La noche abre con la salida al escenario de un violín y un acordeón, con los teloneros Fetén Fetén, una sorprendente apertura para el show. Sin duda los castellanoleoneses suenan bien compactos y con un cierto estilo propio, pero a mi me parecieron unos teloneros un poco bizarros en comparación con los cabezas de cartel, y no en el buen sentido. Sus composiciones de vals, fox-trot, chotis… ambientan el lugar, pero no encajan bien en un Palau Sant Jordi lleno que demanda espectáculo. Había algunos toques de show, como Diego Galaz haciendo la gaviota con el violín, pero al final el concierto me acabó pareciendo un poco olvidable.
Llegan las 21:30 y Fito Cabrales se lanza en soledad al escenario con los primeros acordes de Siempre Estoy Soñando, un bonito tema de su tercer álbum, Lo más Lejos a tu Lado (2003). Sin duda un gran tema para ir calentando el ambiente, cantado a plena voz por los asistentes y con una entrada muy vistosa del resto de la banda. Con una potencia generada por el gran directo que tienen los vascos llegan temas como Un Buen Castigo y la sorprendentemente precoz Por La Boca Vive el Pez, que nunca los he visto sonar de forma tan potente y compacta.
Con 3 canciones ya se puede ver que a Fito & Fitipaldis le sienta maravillosamente el sonido caro y grandilocuente del Palau Sant Jordi, así como esas enormes pantallas gráficas que acompañan sin tomar el protagonismo. El concierto continúa con una setlist repleta de sus grandes éxitos, como corresponde a su gira de aniversario. Me equivocaría otra vez, Quiero beber hasta perder el control, Lo que sobra de mí… hacen avanzar un concierto que no afloja ni por un momento, con un público totalmente entregado y un directo que mejora con los años.
El concierto en el Palau está siendo un recital de presencia escénica, músicos veteranos que no dejan de sonar jóvenes y esos solos limpios y blueseros de Carlos Raya, Fito y del saxo de Javier Alzola, sin duda de los mejores músicos de nuestro país. Canciones como Garabatos, No soy Bo Diddley o Entre la espada y la Pared pueblan la parte media de la setlist, hasta llegar a unas sorpresillas. Los ya conocidos Fetén Fetén suben al escenario para tocar Me Quedo Aquí, una canción de su álbum en el que Fito hace aparición. Empiezan los primeros acordes de Whisky Barato, un hitazo de la banda con la colaboración de Amparanoia, una chica que viene de la música latina pero que lució en el rock ‘n’ roll, sacando un vozarrón que recordaré durante mucho tiempo. Y sin casi descanso, Fito invita al escenario a Dani Macaco para cantar Viene y Va, una canción muy celebrada por el público asistente, en la que Macaco encajó sorprendentemente bien, dejando de lado su estilo de voz personal para no estropear la canción, siendo generoso en una oportunidad tan grande como la de tocar en el Palau Sant Jordi.
Ya está llegando la recta final del concierto, con Antes de Que Cuente Diez y la Casa Por el Tejado, dos canciones que, como podréis suponer, se encontraron con un público a tope, a la altura de semejantes éxitos. La llegada de los bises fue sorprendente. No nos esperábamos la preciosidad de Rojitas las Orejas antes de Soldadito Marinero, unos momentos muy bonitos donde todo el público canta y te sientes como en casa en semejante estadio. Sin parar de sonar hits, llegamos a la recta final con Entre Dos Mares de Platero y tú y Acabo de Llegar, fiel última canción de la banda bilbaína, la de siempre, que siempre funciona tan bien.
En definitiva, Fito y Fitipaldis se entregan a su público tanto o más que cuando empezaron. Después de 20 años de carrera y de tocar por medio mundo, los vascos están mejor que nunca y tienen un repertorio de canciones que muchísimas bandas desearían tener, una vida entera dedicada al rock que sigue en su clímax después de 2h y media de temazos en el Palau Sant Jordi.