Este post para mi va a ser especial, ya que os presento la crónica del primer concierto que he cubierto para La Musikalité, siendo un paso más para mí dentro de esta gran familia. El 15 de noviembre disfruté en vivo de La Maravillosa Orquesta Del Alcohol, o también conocidos como La M.O.D.A. … simplemente, pura magia.
Dentro de una de las salas más míticas de Barcelona como es la Razzmataz y con dos fechas en “sold out” La M.O.D.A presentó un directo brutalmente poderoso. A las 19:30 se abrieron las puertas y ya se podía empezar a sentir un ambiente de energía y ganas de gritar a todo trapo cada una de las canciones que han hecho mítico a este grupo. Con la sala ya llena del público con sudaderas donde podías leer «héroes del sábado» y tocando ya las 21:00, empezó la magia.
Desde canciones como Gasoline, Nómadas, Vasos Vacíos pudimos pasar a momentos de pura emoción como Campo Amarillo interpretada por David Ruiz. Él solo, con la guitarra y el foco señalándole para que cantase al mundo sobre los orígenes del grupo, sobre su humildad, su familia y sobre la realidad que han vivido antes de estar donde están. Pero obviamente si hay que remarcar instantes cúlmenes del concierto yo diría las siguientes canciones: Colectivo Nostalgia, 1932 y Héroes del Sábado. Tres canciones con mensajes profundos y verdaderos que calaron en el público, haciendo que sonasen las miles de voces que llenaban la sala Razzmataz. Porque, ¿como no sentir hasta los adentros palabras como las siguientes?
«¿Dónde están los que pueden parar el mundo sólo con mirar?
El niño crecerá y entenderá lo que su padre ignora.»
Si tuviese que resumir en una palabra el cómo me sentí al finalizar el concierto no tendría dudas de que sería esta:
Emoción.
Nadie salió defraudado de ahí, sentí que todos vivimos lo mismo: un gran chute de adrenalina y sentimiento al vivir a la M.O.D.A en directo. Por desgracia, nos tocará esperar un tiempo para poder volver a disfrutarles, ya que van a hacer un descanso para poder preparar el siguiente álbum… pero hay algo claro y más aún después de vivirlos:
Hay M.O.D.A para rato.