Empieza la noche inaugural del ya célebre Let’s Festival, organizado por los chicos de la sala Salamandra de L’Hospitalet de Llobregat, que lleva incluyendo artistas internacionales y apoyando a los mejores artistas nacionales durante ya muchos años. Todo apunta a que va a ser una noche maravillosa, ya que soy muy fan de ambas bandas y su potente sonido se va a combinar con la cojonuda acústica de la sala hospitalense.
La velada empieza a las ocho de la noche con una de las bandas que más está creciendo en la escena de la Ciudad Condal, los eléctricos Side Chick. Hemos hablado varias veces de ellos en la web, desde el artículo del concierto de Lost Gecko al reportaje que hizo Sergio de su concierto en Madrid y siguen mejorando show tras show.


Los temazos de su último álbum sonaron realmente impecables, desde Done o Shut Your Whore Mouth hasta My Love For You o Superman, el equipo formado por Eduardo Benatar, Maïa Vidal y Scarlett tiene el mejor sonido emergente de Barcelona, un power trio que siempre tiene un gran equilibrio entre sonar profesional y preciso y la energía que siempre demuestran encima del podio, a parte de su divertida música que mezcla el garage rock con el pop, creando melodías muy pegadizas que engancharon a todos los asistentes.
Estoy bien seguro que su espectacular presencia escénica les creó unos cuantos fans ese día, que si bien no les vi vibrar con su música, mantenían toda la atención de todo asistente, evitando que la gente se pusiera a hablar entre sí, algo difícil pero que Side Chick están más que capacitados para hacer. Rock ‘n’ roll en uno de los mejores directos que he visto, cada vez mejor.

Llega el momento esperado por todos los fans barceloneses, suena de fondo La Trampa, primera canción del último álbum de Los Zigarros y los asistentes se saben cada trozo de la letra de la canción. Con los primeros acordes de Apaga La Radio los fans hacen un ruido ensordecedor para dar la bienvenida a la banda valenciana al escenario.
Al tema homónimo le siguen canciones como Espinas, Mis Amigos o Tendrías que Haberla Visto Bailar, temas de rock ‘n’ roll muy bien construidos, muy cantables y que generan gran comunión con el público, que baila, salta y hasta abre pogos y demuestran que el rock aún sigue vivo.
Si bien los valencianos son una banda que nunca me ha llegado en álbum y eso que tienen un talento mayúsculo para componer, en directo son otro mundo, desde un magnífico sonido analógico de las guitarras hasta lo bien que llevan la banda a sus espaldas Nacho Tamarit y Adrián Rivas. Si hay alguna cosa destacable del show de Los Zigarros es la actitud y el rollazo que tienen todos, algo que tienen muy preparado para conseguir un espectáculo del nivel de los más grandes, sumado a su estupendo club de fans, algunos de los más fieles y fervientes, que conocen cada parte de las letras y que se recorrerían medio país con ellos. Realmente su ambiente es de estrellas del rock totales.


Temazos como De Nada Sirve Hacerse Mayor o la cover de Wipeout encienden si cabe más a los asistentes, para pasar a una segunda parte llena de los grandes éxitos de la banda, entre los que puedo citar Cayendo por el Agujero, Voy a Bailar Encima de Tí, Malas Decisiones, A Todo Que Sí, Dispárame… una cantidad de buenas canciones en su repertorio que muy pocos pueden presumir de tener.
Pero el premio gordo llega justo al final, con Hablar, Hablar, Hablar, Baila Conmigo y Dentro de la Ley, un trío que provoca crowdsurfing, pogos y un éxtasis rockero. Después de todo aún les queda alguna bala en la recámara para cerrar con Qué Demonios Hago Yo Aquí y una versión interesante del Inmigrant Song de Led Zeppelin, con la que cierran un largo concierto que se ha pasado en un instante.
En definitiva, Los Zigarros vuelven a tener una noche memorable, demostrando que tienen uno de los mejores directos de España, una apisonadora de energía que nunca defrauda.