Especiales

Las B.S.O de las series que nos enganchan

En tiempos de encierro en casa vivimos la perfecta oportunidad de ver todas aquellas series o películas pendientes o de leer aquellos libros que llenan nuestras estanterías,  aunque otra opción para poder desconectar es escuchar aquellos álbumes que tenemos pendientes aún de oír y de disfrutar al 100% desde hace tiempo o también el descubrir las B.S.O de las series que tanto nos engancharon. Recientemente ( para que mentir, hace dos días) finalicé una de las joyas de Netflix, Élite, y uno de los puntos fuertes de esta 3 temporada para mí ha sido su B.S.O  y al acabarla pensé:

¿No será las B.S.O de las series un elemento clave para atraparnos  y verlas sin parar?

Hoy para responder a mi pregunta vengo a hablaros de cuatro series de Netflix que considero que son grandes pelotazos de esta plataforma y de sus bandas sonoras (cada una hablaré de diferentes temporadas), demostrando como la música que está detrás de cada imagen y acción de estas series es clave para que nos pasemos noches sin dormir para acabar cada una de las temporadas.

El primer caso nos lleva a la época del Hollywood de los años 80 de la mano de cuatro niños con sus bicicletas y una niña con poderes sobrenaturales. Así es, entremos en la B.S.O de la primera temporada de Stranger Things (ojito, con algunos spoilers de esta primera temporada):

https://open.spotify.com/go?uri=spotify%3Aplaylist%3A0FzxFFrrsEPBS5PbDcQz5Q&product=embed_v2

Desde Jefferson Airplane con canciones como She Has Funny Cars o White Rabbit a la mítica canción Africa de TOTO, pasando por Can’t Seem to Make You Mine de The Seeds o The Bargain Store de Dolly Parton ayudan a dar el toque ochentero a la serie, pero considero que hay dos canciones claves en esta B.S.O que han ayudado a que esta creación de los hermanos Duffer sea una mina de oro. Por un lado, Atmosphere de Joy Division y por otro Should I Stay or Should I Go de The Clash. La primera de ellas se encuentra en un momento clave de la temporada donde Joyce Byers (Winona Ryder) ha creado ese famoso alfabeto con luces de navidad  en la pared para poder comunicarse con su hijo Will (Noah Schnapp), quien se encuentra en “el otro mundo”. Considero que fue muy acertada la elección para recalcar ese momento “atmosférico” donde dos dimensiones totalmente diferentes iban a empezar a comunicarse entre sí con algo tan sencillo como unas luces de navidad.  La segunda canción se ha vuelto el himno de esta serie, apareciendo en el momento en el que Jonathan (Charlie Heaton) conduce en búsqueda de su hermano Will y mientras observa la calle recuerda uno de tantos momentos de conexión con su hermano, escuchando esa canción y a la vez de fondo se puede observar que se está viviendo una conversación entre Joyce ( Winona, su madre) y su marido y padre de ellos (Ross Partridge), siendo el comienzo del futuro abandono de este a su familia y para evitarle preocupaciones a su hermano Jonathan cierra la puerta y se sienta con Will, hablando de cómo están viviendo todo lo que les rodea.  Una canción con una letra perfecta para representar esas ganas que tenían los dos hermanos de escaparse de su casa pero no lo iban a hacer por el amor a su madre, la única persona que les quería de verdad.

El segundo caso del que os vengo a hablar es una serie que ha despegado como la espuma por tratar un tema tan básico como el sexo de una manera tan natural y humana. Sí, os hablo de Sex Education y su increíble banda sonora. También con ligeros spoilers, andad con cuidado.

Desde Fleetwood Mac con Everywhere a MNDR con Open pasamos a temazos como I Can Change de Ezra Furman o You Don’t Love Me de Andon. Considero que en esta serie se ha creado una B.S.O que representa muy bien su esencia, utilizando en escenas claves diferentes canciones que ayuden a amenizar o conectar con los personajes y su descubrimiento sexual y a la vez su madurez como persona. En ello destacaría dos canciones que cuando las escuche viendo la serie dije: muy bien escogidas. En primer lugar, Da Ya Think I’m Sexy de Rob Stewart. Esta canción suena de fondo en la 2ª temporada con la aparición de Rahim (Sami Outalbali) , un personaje clave para el desarrollo de la segunda temporada de la serie al ser el primer novio de Eric (Ncuti Gatwa) , creando de la mano de estos dos chicos una relación nueva y con la que Eric descubrirá su sexualidad en todos los sentidos, ya que por primera vez deseaba a alguien y era correspondido. Por otro lado, destacaría Every Feeling de Ezra Furman. Esta canción resume en todos los sentidos la relación que encontramos entre los dos protagonistas: Maeve (Emma Mackey) y Otis (Asa Butterfield). Nos habla de esos nervios al ver a una persona que al principio desconoces el por qué los sientes pero vas conociéndola y al tu ir abriéndote a ella lo entiendes todo: la deseas y quieres en todos los sentidos. Eso sucede con estos dos personajes principales, van conociéndose y se van descubriendo hasta sentir una realidad, se quieren.

El tercer caso del que os hablaré es la serie que os he mencionado al comienzo, aquella que sucede en ese famoso instituto llamado Las Encinas donde les pasa de todo a sus alumnos menos exámenes y trabajos en grupo. Entremos en Élite, en especial su tercera temporada. ¡Cuidadito con los spoilers! Leed con discrección.

Desde Mala Rodríguez con Tengo Un Trato hasta Sunset de The Midnight pasando por Crush on You o Phoebe’s Room de Brigitte Laverne junto a otros temazos como Lungs de Endless Forms, Random Thoughts de Kemo The Blaxican o Ojalá (te murieras) de Putochinomaricón. La B.S.O de la última temporada de Élite está llena de emociones y por ello encontramos una enorme variedad musical, desde puro tecno y house para representar las enormes fiestas que se montan hasta baladas para representar el dolor que cada personaje vive por alguna experiencia. Si tuviese que quedarme con alguna de las canciones de esta BSO, diría dos. En primer lugar, Dinamita de La Bien Querida que encontramos en el episodio cuatro dedicado a Lu (Danna Paola). Para mí esta canción representa la esencia de este personaje, una chica que parece fuerte y decidida y hasta peligrosa, como bien dice la canción “Voy a volver loca, vestirme de fiesta y perder la cuenta” pero en el fondo es solo una chica que lucha por un amor propio detrás de toda esa dinamita.  En segundo y último lugar, Indestructibles de La Habitación Roja. Esta canción suena hacia el final del capítulo, en medio de la fiesta que Lu crea para ir en contra de lo estipulado en San Valentín (por ello las chicas las vemos que van en traje y corbata y los chicos sin camiseta y maquillados) y nos encontramos una unión de diferentes planos de las parejas del momento enlazados con un plano de Lu sola, bebiendo, a los pocos segundos se le acerca Guzmán, su pura tentación y normalmente habría caído pero esa vez no, prefirió pasar la noche sola, con ella misma creándose como mujer.

Y el cuarto y último caso, una serie con mucha magia oscura, demonios, conjuros satánicos y un gato negro. ¿Os suena? Obviamente os hablo de Chilling Adventures of Sabrina. El reboot que ha presentado Netflix de la que fue una entrañable serie de una joven bruja con sus dos tías y  su gato Salem ha dado un giro de 360º unido a una B.S.O que la acompaña demasiado bien. Otra vez, ¡spoilers! Tened cuidado.

Desde canciones como Hungry like the wolf de Duran Duran a Devil Woman de Cliff Richard esta serie presenta una BSO acorde a la época que nos transmite en pantalla, puro años 90. Puro rock, guitarra eléctrica como el  caso de Blood In The Cut de K.Flay o música más tranquila con acústicas de fondo como el ejemplo de Maybe Someday de Avinash Kalra. Si tuviese que destacar de esta variada B.S.O  creo que escogería dos canciones que son las siguientes: en primer lugar, Be My Baby de The Ronettes que suena en el primer capítulo de la serie con una Sabrina ingenua, muy humana y enamorada del irresistible Harvey Kinkle (Ross Lynch). Considero que está muy bien elegida para representar el amor puro de instituto que se tienen entre ellos ya que Sabrina aparece feliz y bailando por las escaleras de su casa después de haberle visto a él, siendo el comienzo de la serie y de la madurez de Sabrina. En segundo y último lugar, My Sharona de The Knack. En este caso encontramos la canción versionada por los propios actores en el primer capítulo de la tercera temporada, donde Harvey a la guitarra, Rosalind (Jaz Sinclair) a la voz y Theo (Lachlan Watson) a la batería hacen una cover de esta mítica canción, a la vez mostrando el desarrollo de cada personaje. Han descubierto el oscuro mundo de Sabrina y su familia y aún así están junto a ella, apoyándola y ayudándola con sus aventuras, mostrando una madurez poco común en tres jóvenes que han acabado de descubrir que su mejor amiga es hija de Lucifer.  (¡perdón por el spoiler!)

Obviamente Netflix está lleno de muchísimas más series con increíbles B.S.O que demuestran que la música es un elemento clave para poder atraer al público y que ya sea una o cinco temporadas, sabrán a poco por la increíble adicción que nos crean al empezar a verlas. Estas cuatro series son un claro ejemplo de haber creado una unión icónica entre diferentes artes para que al espectador le sea imposible no ver aquello que se le presenta delante de la pantalla, así que si aún no has visto alguna de estas cuatro créeme, ya solo por sus B.S.O valen la pena.

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