Estamos de enhorabuena. Sí, por raro que suene decir y leer estas palabras en la situación en la que nos encontramos, lo cierto es que así es. Poco a poco vemos como la ansiada desescalada se va acercando, como podemos casi rozar con la punta de los dedos un poquito de libertad. Calma, lo bueno se hace esperar y no debemos ser impacientes, cosa que probablemente nos costaría un aumento del tiempo encerrados.
Sin embargo, no todos los motivos para estar ansiosos y de celebración tienen que ver con salir a la calle: Boston Manor regresan con un nuevo disco.
Lo sé, lo sé, yo también salté de la cama cuando Jordi nos dijo por whatsapp que tenía el disco en primicia. Hoy lo tenéis vosotras disponible, pero yo he tenido varios días antes para echarle una escucha. Y no tiene nada que ver con Welcome To The Neighborhood.
En cierto modo entiendo que a muchas os guste y atraiga la banda de Blackpool por un estilo más cercano a su anterior trabajo, yo mismo los descubrí con ese disco y, sinceramente. Glue, que así se llama su último proyecto, no me ha dejado indiferente.
Conserva algo de la esencia que ya conocía, sin embargo eso no les ha coartado a la hora de tratar de introducir nuevos sonidos en sus temas. En general podría definir Glue como un compendio de canciones bastante crudas, que penetran en tu oído con mucha fuerza y que tienen un ritmo mucho más frenético y enérgico de lo que yo esperaba.
Todo esto combina bastante bien con el tono general de las letras, bastante críticas con el mundo, reforzadas con un instrumental muy sólido de baterías y guitarras que tienen ciertos toques de punk bastante eléctrico. Es un disco, como he dicho, con un tono muy crítico con la sociedad y el mundo que nos rodea, y eso se nota en temas como On A High Ledge, donde se cuestiona el “hacerse un hombre” y el por qué los hombres y, concretamente los niños, no deberían aprender que llorar y el rosa no son cosas solo de mujeres. Ratking es otro tema a destacar que habla de un concepto bastante curioso: el de las colas de un conjunto de ratas que se entrelazan y que, tratando de escapar todas en diferentes direcciones, acaban por anudarse cada vez más y más fuerte, desembocando esto en que, al final, todas mueran de hambre.
No estamos ante un trabajo poco pensado por lo que podéis observar, a pesar de que entre su último proyecto y este hayan pasado tan solo dos años, que se dice pronto.
Os recomiendo muy, muy fuerte, Liquid. No puedo decir que sea mi canción favorita del disco, al menos no por ahora, pero sí es de las que más me gustan. Por otro lado, lo que sí puedo decir con toda la convicción del mundo es que voy a tener Glue en repetición durante bastante tiempo. Y ahora vosotras también podéis… ¿A qué estáis esperando?
La MusiKalité 