Hace más de mes y medio que los artistas se bajaron de los escenarios, cerraron las salas y apagaron los micrófonos. Como muchos otros sectores, dejaron sus trabajos para confinarse y así parar la propagación del nuevo coronavirus. Sin embargo, no dejaron de lado sus instrumentos ni sus voces y han entretenido a la población con festivales virtuales y conciertos por las redes sociales.
Aun así, el futuro para la música se ve oscuro y la Federación de Música de España prevé que se pierdan 764 millones de euros solo en la música en vivo. Nerea Serrano, coordinadora de la Unión Fonográfica Independiente (UFI) añade que en el ámbito de las discográficas alternativas esperan unas pérdidas aproximadas de 34 millones de euros, que es casi la mitad de las ganancias que obtuvieron el pasado año.
Algunos festivales y giras ja han empezado a posponerse para finales de año. El Primavera Sound se ha aplazado para finales de agosto al igual que el Festival de Les Arts, con nueva fecha en octubre. Mientras que otros eventos como el Mad Cool o el Arenal Sound aún no se han pronunciado sobre un cambio de fechas. A nivel internacional, estrellas como BTS o Taylor Swift han paralizado sus giras mundiales.
Frente a la celebración de eventos masivos, el asesor de la OMS Zeke Emanuel ha dejado caer que es posible que no vuelvan hasta el otoño de 2021. Nerea Serrano lamenta: «El problema es que aún no sabemos en qué condiciones y cuándo vamos a volver». El plan de desconfinamiento no menciona específicamente los casos como conciertos o festivales multitudinarios.
A la incertidumbre de la situación de la escena musical se le han sumado las declaraciones del Ministro de Cultura José Manuel Rodríguez Uribes. Durante una comparecencia el responsable de cultura concluyó: «Primero está a la vida, luego el cine». Esto desató un descontento en todo el mundo cultural que exigía medidas concretas para su sector.
El Sindicato de Músicos de España decidió convocar la iniciativa #ApagónCultural, que consistía en cesar la actividad de los artistas en las redes durante dos días. José Sánchez-Sanz, miembro de la Sección de Músicos del Sindicato CNT, cuenta: «Queremos que se nos vea y que se nos escuche». Participaron grandes personajes del mundo del espectáculo del país y finalmente fue desconvocada por la Asociación de Actores y Actrices de España.
En la reivindicación del apagón también se pretendía visibilizar los miles de trabajos que se encuentran en una situación precaria, como los técnicos de sonido, los músicos de orquesta, los técnicos de luces, etc. José Sánchez-Sanz explica que están «intentando mantener contacto» con el ministro porque «siempre» se reúnen con las empresas y «nunca» con los trabajadores.
Desde el sindicato piden distintas medidas para ayudar a impulsar el sector de la música. Por ejemplo, Sánchez-Sanz informa: «Hay que ponerse cuanto antes con el Estatuto del Artista». Muchos miembros del sector no pueden acogerse a las ayudas que ha ofrecido el gobierno y el sindicalista lamenta que, si ya hubiese un Estatuto correspondiente, muchos de los problemas que han surgido no se habrían producido.
Nerea Serrano también señala que podría activarse la directiva del copyright que aprobó la Unión Europea. Eso implicaría que empresas como YouTube o Spotify paguen más a los artistas que publican en sus plataformas. La coordinadora de UFI añade: «Hay medidas que no implican un desembolse de dinero público y podrían empezar por esas».
A pesar de esta nueva realidad para la música, fue uno de los primeros sectores que asimilaron la cuarentena. Ya el primer fin de semana de Estado de Alarma surgió Yo Me Quedo En Casa Festival, donde se transmitían conciertos en directo por Instagram. Luego se sumaron otros como Cuarentena Festival y distintos cantantes han hecho conciertos gratuitos para amenizar nuestra estancia en casa.
Franchejo Blánquez es el creador de Yo Me Quedo En Casa Festival. Él explica que los objetivos del proyecto fueron «concienciar» a la gente de que debían quedarse en casa y que el virus ya era un asunto serio; y por otra parte «visibilizar» a los cantantes, que con el confinamiento no pueden llevar a cabo la mayoría de su trabajo.
El festival online ha durado tres fines de semana y han participado desde artistas de la talla de Amaral o Vanessa Martín hasta formaciones emergentes como Ginebras o Sara Roy. Blanquez admite: «No he convencido ni se lo he propuesto a nadie, fueron ellos mismos los que decidían unirse».
El público lo ha recibido con gusto, porque ya cuentan con más de 400.000 seguidores en Instagram. El autor reconoce que la gente lo están valorando mucho y añade: «En su recuerdo va a estar que la cultura hizo más liviana esta crisis».
De momento los escenarios siguen vacíos, pero con el proceso de desescalada en marcha, el sector musical empieza a pensar en cómo va a ser la situación cuando todo esto acabe. Franchejo Blánquez resalta: «Sabemos que la música no está alta en el orden de privilegios». Asimismo, José Sánchez-Sanz considera que quizá les espera un sálvese quien pueda, pero que ya lo llevaba siendo desde hace mucho tiempo.
«Ya sufrimos una crisis en 2008 y salimos adelante con muchas ideas y proyectos», afirma Nerea Serrano. Parece que el final de la cuarentena puede estar cerca y muchos sectores empiezan a prepararse para la nueva normalidad. El mundo del espectáculo por el momento tendrá muchas limitaciones para garantizar la seguridad de las personas, pero Blánquez confiesa: «Esperamos que el público valore todo lo que hemos hecho estas semanas y devuelvan todo el cariño que los artistas han dado desde sus casas».
Como cantaba Freddie Mercury: «The show must go on». La música forma parte de nuestra vida y nos acompaña día a día en todo lo que hacemos. Incluso acompaña los aplausos con una melodía que nos incita a resistir. Nos ha aliviado estos días con su solidaridad y ha creado una banda sonora del confinamiento. La música no descansa ni en el momento en que nos detenemos. Que la música no pare.
Texto por Alexandra Rodríguez.
La MusiKalité 