Después de la resurrección de Creeper y el lanzamiento de su segundo álbum Sex, Death & The Infinite Void lo último que esperaba era escuchar más material de su líder, pero el lanzamiento inesperado de Salem ha sido una bendición. Salem es el conjunto del cantante de Creeper, Will Gould, y de su amigo y guitarrista Matthew Reynolds. Como muchas de las cosas buenas, es un proyecto que nació por causalidad, casi sin querer. Gould estaba exhausto y se sentía algo atrapado por la grabación de Sex, Death & The Infinite Void, un álbum excelente pero con una clara temática y en el que Creeper se habían «impuesto varias reglas que seguir durante la grabación.» Así que entre vuelo y vuelo a Los Ángeles para completar el álbum fue encontrándose con Reynolds en su casa y, por diversión, grabando estas canciones que nos presentan en el EP homónimo Salem. En un principio era solo por diversión y no tenían pensando publicarlas pero al final, durante la cuarentena, decidieron simplemente lanzar aquello que tenían grabado y así poner su granito de arena en amenizarnos estos tiempos difíciles.
Fall Out Of Love
Aunque el mensaje con el que abra el EP quiera ser una advertencia sobre los peligros de enamorarse, Fall Out Of Love consigue lo opuesto. Fresca y emocionante como un amor a primera vista y con un cierto aire a AFI (de los cuales Gould reconoce ser gran fan), engancha a la primera escucha y te dice todo lo que tienes que saber sobre este proyecto: Salem no va de lamentarse por desencantos pasados, si no de celebrar estar enamorado aunque te lleve a hacer cualquier tipo de locura.
Destroy Me
La elección de Destroy Me como primer lanzamiento del grupo fue un claro acierto, generando inmediatamente una expectación sobre el grupo. Refleja perfectamente en su sonido la estética del grupo, del rosa chicle a los guantes de esqueleto (¿vosotros también teníais un par cuando se llevaban?) a la portada del EP y su caricatura de la novia de Ghould en el estilo de los cómics de Sabrina y Archie. Y es ella, la novia de Gould, quién ha inspirado la mayoría de estas canciones y el estribillo estrella de Destroy Me dónde Ghould contrasta con picardía la muerte con su relación.
Throat
Con solo 5 canciones es fácil que todo el mundo elija la misma gran favorita pero aunque los demás hablen de Destroy Me para mi Throat es la gran ganadora de este EP. No negaré que me gusta más que las demás porque recuerda mucho a grupos como Alkaline Trio o My Chemical Romance, pero más allá del nostálgico sonido es la descarada letra que me gana si más no por lo diferente que es de cualquier letra que haya escrito Gould para Creeper. «So wrap your hands around my thirst so I don’t speak another word / So wrap your hands around my throat and hurt me like you love me girl» es sin duda uno de los estribillos más astutos y seductores que escuchareis este año.
Eyesore
Tenemos suerte de que Eyesore no fuera lanzada unos años atrás porque la mitad de líneas hubieran acabado en nuestros estados de MySpace y Livejournal. Peca de cursi y se aprovecha descaradamente de los estereotipos alternativos pero lo hace de una manera tan encantadora que casi pasa por desapercibida la comparación entre enamorarse y la muerte de la estrella de Hollywood Peggy E.
Doomed (For Each Other)
Cerramos el EP con, desafortunadamente, el más flojo de los cincos temas. Quizás porque en comparación al resto su sonido ya no sorprendre, no tiene ese aire al punk de los 70 de Eyesore ni los recuerdos a los 2000 de Throat, y queda en un punk demasiado azucarado que tampoco llega a ser bailable. En lo que corresponde a la letra Doomed (For Each Other) sigue el mismo patrón que las demás y su mayor logro es el juego de palabras del título, careciendo de una línea estrella que corear en conciertos.
Pero aun así, pese a no ser perfecto y carecer del detallismo del que goza Sex, Death & The Infinite Void, es un aire fresco entre los lanzamientos del año. Cuando Gould anunció este grupo paralelo tuve mis dudas de cuál era la necesidad, cuál era la diferencia con Creeper y porqué no poner estas canciones bajo el nombre que los fans ya conocíamos. La respuesta a todas esas preguntas es sencilla: Salem no es Creeper. Salem es sencillo, divertido, un punk dulce, desfendado y aunque no falta el humor negro (¿en que otra ocasión habéis visto una comparación entre enamorarse y la muerte de una actriz?) no cae en la tristeza o agonía que suele caracterizar a Creeper. Simplemente 15 minutos que forman un enérgico, pícaro y empalagoso EP para amenizarnos las cuarentenas.