Bueno, bueno, bueno… 2021 ya. Ha vuelto a llegar la cita anual para celebrar y a la vez despedazar a base de odio toda atrocidad del diseño gráfico que haya mancillado el noble arte de la carátula de álbum este pasado 2020. ¿Quién iba a decir la pasada edición, cuando tan tranquilamente disfrutábamos de la zurraspa más ilustre del año, que un año después estaríamos viviendo una pandemia digna de las películas que ponen el domingo por la tarde en La Sexta? Ya os lo digo yo. Este panorama no lo hubiera imaginado ni Matt Bellamy cegado hasta las trancas de LSD. Toca aprovechar la rabia que llevamos acumulando los últimos 365 días de agonía e incomunicación, para desmenuzar y analizar estos engendros de la naturaleza que pasarán a los anales de la historia de la música reciente. Sin más dilación. Empecemos.
10- Elvis Costello – Hey Clockface

Probablemente este es el único top de todo internet en el cual los últimos puestos son peores que los primeros. Esta portada no la puedo poner de las primeras porque no es ni sorprendentemente fea, es solo una representación fidedigna de lo que es la mediocridad. El cantante británico explora sonidos más clásicos y cercanos al jazz en este álbum y este uso de los colores planos quiere recordar a la estética de circo. Realmente, eso lo consigue, pero, ¡joder! ves esta portada y no te puede generar más indiferencia. Nadie sabe en qué estaban pensando los diseñadores cuando crearon esta mezcla demoníaca de colores. Mirar fijamente esta portada debería causar enfermedades en el cuerpo humano. Ver este dibujo hace que me entren esperanzas de convertirme en dibujante profesional y eso que no sé hacer la o con un canuto. En definitiva… quería hacer un resumen de lo que es esta carátula pero ya la he olvidado.
9- Pablo López – UNIKORNIO Once Millones de versos después de ti

En La Musikalité tenemos cierta simpatía musical hacia Pablo López. Es un cantautor que siempre aporta composiciones e interpretaciones de gran calidad. Todos nos podemos equivocar, eso está claro, pero, ¿qué es esto? En serio, decídmelo. ¿El álbum se llama UNIKORNIO? Pues ponemos un caballo alado en la portada y debajo una descomposición a líneas de otro unicornio. De acuerdo. Eso sí, ¿hacía falta contratar a un daltónico para hacerlo? Si la intención era provocar dolor visual y mental a la persona que viera esta carátula, lo han conseguido. No había colores más discordantes en la paleta de Pantone para elegir, parece como si hubieran hecho la selección jugando a pinto pinto gorgorito con la tinta resultante del bote de pintura en el que se cayeron cuando eran pequeños. Si es intencionado, nadie entiende por qué la música del artista malagueño ha inspirado un engendro de este calibre, porque, la verdad, no existe ese elemento rompedor, discordante y doloroso en la apacible música de Pablo López.
8- Green Day – Father of All Motherfuckers

Poco hay para decir de esta portada. Realmente, si no está más alto en la lista, es porque desde La Musikalité pensamos que Green Day ha creado este álbum mal a propósito para poder saldar su cuenta pendiente con Warner y poder liberarse de su contrato discográfico. La calidad ya de por sí es dudosa y la carátula no iba a ser menos.
Los californianos cogen el diseño de su álbum más popular, lo amplían, y defecan en él con ímpetu y energía hasta crear este pedazo de diarrea infecta. Por otro lado, el punk siempre ha jugado con el feísmo, así que el diseñador va de cara: lo que ves es lo que vas a poder escuchar en el álbum. La carátula no engaña. Un unicornio (más gracioso que el de Pablo López) vomitando arcoíris encima del brazo de la carátula de American Idiot, que a su vez contiene el título del álbum. Básicamente el animal descarga su bilis contra el álbum en sí, retratando de forma fidedigna el proceso que han seguido como banda para componer las canciones de este mediocre LP.
7- OT 2020 – Sal de Mí (Single)

No he seguido la edición 2020 del popular programa, pero tengo que declarar mi admiración por los fans, ya que están tan preocupados como yo por la decadencia que hay en las carátulas en la actualidad. Ha habido muchísimas polémicas por las portadas de los singles del programa, pero he elegido esta de este single grupal por que la verdad es que no tiene ni un poquito de desperdicio.
Gestmusic, a ver, ¿se os iba de presupuesto si contratabais a alguien que más o menos supiera un poco del tema del diseño gráfico? ¿Solo un poquitito? Esto es nivel los collages que hace tu madre en una app gratuita del móvil cuando sales a dar una excursión familiar por Teruel. He visto diseños con más cariño y cuidado hechos por cualquier fan en Canva, o, en verdad, por cualquier hater, que ni con premeditación y alevosía alguien habría hecho algo tan malo como esto.
6- Steve Flato – Wisdom Teeth (Single)

Steve Flato ha conseguido plasmar mi peor pesadilla en una foto. EL DOLOR.
5- Dave Brons – Not All Those Who Wander Are Lost

Muy fan. En serio, fan de Dave Brons. Ya era hora que volviera la estética de los casetes de gasolinera. Hay que ser un jodido visionario para poder hacer una carátula así en 2020. Miradle la cara al chaval, se ha quedado patidifuso. No puede procesar la maravilla que ha hecho. O eso o ha visto a un alien. Igual sabe quién es Banksy. La desesperación se cierne sobre esos dulces ojos de cachorrito indefenso, que no conciben a lo que hemos llegado como especie.
No todos los que vagan por ahí están perdidos. Pues claro, tu no lo estás, tú eres Jesucristo, Dave, has llegado al maldito nirvana. Solo queda disfrutar del arte que nos ha brindado el señor Brons, que está disponible para su adquisición en tu top manta de confianza.
4- Killah Priest and Jordan River Banks – The Third Eye in Technicolor
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Tengo que decir que este álbum me ha descolocado. No sé como valorar esto, en serio, no lo sé. Podría decirse que encaja con este hip hop experimental que nos brindan los artistas, pero es que echadle un vistazo. Es feo del cagar. Miras un poquito a esa cara roja desintegrada entre piezas de colores y te duele el alma. Entran ganas de pedir la eutanasia espiritual porque la herida psicológica que deja es retroactiva. Ves esto una vez y tu yo de 10 años se retuerce en la cama. Si no fuera poco, la tipografía que han elegido es difícil de leer. ¿Genialidad o engendro? No sé, decididlo vosotros. Yo voy a llorar un poco en una esquina mientras miro a la pared blanca para desintoxicarme un poco.
3- Juan Camus – Fantasma

¡No podía faltar en esta lista! ¡El Messi de las portadas feas, la Madame Curie del diseño gráfico! El gran Juan Camus vuelve a sorprendernos con una carátula horrenda al más puro estilo de su música. Parece ser que el single se llama así tras unas declaraciones de Àlex Casademunt, compañero suyo en Operación Triunfo, llamándole fantasma, así, con todas las letras. Yo no voy a llevar la contraria al bueno de Àlex y la verdad es que el single es mediocre a más no poder. Eso sí, la carátula no deja de ser una obra maestra de lo kitsch. En definitiva, un cubito más a añadir al vertedero que es la carrera del bueno de Camus.
(Cabe aclarar que este artículo fue escrito antes de la noticia de la muerte de Àlex Casademunt. Que descanse en paz).
2- Wallows – Remote

Decid lo que queráis. Por mi parte, he estado a punto de ponerla en el número 1. Esta portada es como tener una piedra en el riñón. Es una desgracia, porque Wallows no es mala banda, y la elección de los colores y la representación del walkman remiten al tipo de música vintage y llena de sintetizadores que nos vamos a encontrar en el álbum. La cuestión es, ¿bajo qué tipo de sustancias estupefacientes tienes que estar para aceptar ESTO? Un rectángulo que recuerda a un casete, con un diseño que te podría haber firmado Mondrian con 3 años, conectado con una línea dibujada con pantalla táctil que pretende ser un cable pero me recuerda más a la dignidad de Kirk Van Houten que al título del álbum, escrito con una compilación de tipografías a cada cual más difícil de leer. ¿Hay límites en la experimentación? ¿Vale la pena hacer algo diferente a costa de crear una abominación de este calibre? Solo queda resignarse y rezar por nuestras almas.
1- Terror Jr – Rancho Catastrophe

2020 ha sido un año muy duro, pero todo ha ido confluyendo hacia un momento mejor, el momento en el que se creó esta obra de arte. Ha nacido el mesías que nos va a salvar a todos de la mediocridad. Terror Jr, duo pop americano, han decidido representar su último álbum de pop alegre y pegadizo con ESTO. Sí, amigos, es real. Me alucina ver las montañas ardiendo, la textura del suelo o la maravillosa pareja incrustada con Photoshop sin que ni siquiera hayan cambiado los colores para intentar integrarla dentro del conjunto. La banda no es la primera vez que nos deleita con carátulas que juegan a la transgresión a través de crear imágenes turbias pero esto, esto es feísmo en su mayor exponente. Y es un merecido primer puesto.