Fuente: Live Nation
El pasado lunes 17 de octubre, a cinco minutos de las nueve de la noche, los hermanos Rocky y Ross Lynch salieron guitarra en mano al escenario de una Razzmatazz a rebosar. Era de esperar que tras los múltiples aplazamientos del tour y el completo sold out no cupiera ni un alfiler en la sala, con los fans haciendo cola ya a primera hora de la mañana.
El dúo supo igualar la energía de su público en un concierto sencillo pero dinámico. Ross Lynch interpreta el perfecto rol de frontman, con o sin su guitarra encima, manteniendo la mirada del público en su persona con cada baile, movimiento y guiño que acompaña a su setlist. Pero Rocky tampoco se queda atrás, aunque con menos aires de rockstar y una naturalidad innata, también encandila a los fans que se desviven cada segundo por cualquier atisbo de interacción. Algo de lo que no faltó, por cierto. La sencilla puesta en escena, apenas ellos con su banda e instrumentos y un buen espectáculo lumínico, pasó desapercibida antes la conexión de la banda con el público.
Tanto así que fueron los mismos fans quienes se encargaron de proporcionar el atrezzo para algunos temas. Desde coloridas boas de plumas para Preacher Man hasta un brillante gorro de vaquero rojo que Ross eligió como “perfecto” para interpretar Fantasy. Y si el público no estaba ya absorto con la banda, aquí ya sí que acabaron volviéndose locos. Ross los tenía en la palma de su mano con una de las canciones más seductoras de la banda, levantando más que pasiones en LA 1.
Después de que el público lo pidiera toda la noche, Ross Lynch se rindió a sus orígenes como estrella de Disney e interpretó On My Own de la película que protagoniza, Teen Beach 2. Puede parecer extraño pero el tema encajó perfectamente en un setlist lleno de canciones que trascienden los límites del pop-rock moderno para sonar tan atemporales como el mismo nombre de la banda.
The Driver Era ofreció un espectáculo a la altura de las mejores bandas de pop-rock modernas, sin necesitar pasarelas ni confeti para volver locos a su público. Les fue suficiente con su carisma y pegadizos temas como Nobody Knows. Nada más que buen rollo en la sala y muchas ganas de pasarlo bien desde el minuto 0 fueron los ingredientes para el éxito este pasado lunes.
Aunque el concierto formaba parte del atrasado Girlfriend Tour además de los temas de su correspondiente disco también sonaron muchas canciones del último lanzamiento de The Driver Era, Summer Mixtape (2022). Entre ellas Malibu, Natural y la ya mencionada Fantasy. De Girlfriend (2021) pudimos escuchar entre otras Heart of Mine, When You Need a Man y, como no, A Kiss. Con esta última cerraron la noche, despidiendo el esperado concierto a bailes y besos.
La próxima vez que tengáis ganas de bailar y disfrutar de un ambiente inigualable, sin tener que recurrir a grandes estadios, podéis pasar por el próximo tour de los hermanos Lynch.
La MusiKalité 