Sé que cuesta imaginarlo, porque su desde ya lejano El último hombre en la Tierra (2016) –si me permiten, uno de los mejores álbumes de la historia en nuestra lengua–; no hemos tenido un solo año sin el caballero Coque Malla sobre los escenarios.
En una industria musical cada día más volcada en lo virtual, estar constantemente girando es una obligación. Mucho más aún cuando tienes el don del que goza Coque. Ese magnetismo absoluto a través de la clase que da la buena madurez y la sensualidad que desborda desde siempre define a Coque en esta última etapa de giras que nos ha regalado. Etapa que el próximo 29 de diciembre acaba en la emblemática sala Razzmatazz de la ciudad condal.
Este sprint final de su gira, llamado El último viaje del astronauta gigante, consiste en cuatro grandes conciertos en cuatro ciudades de la península (A Coruña, Málaga, Madrid y Barcelona) en los que Coque y su banda, acompañados por una sección de vientos, repasan temas de toda su trayectoria. Incluyendo, incluso, canciones de su mítica banda Los Ronaldos.
Así, las paredes de Razzmatazz vibrarán con la garra de Solo queda música, She’s my baby y Adiós papá a la vez que se enternecerán con la sutileza de La señal, Una moneda y Hace tiempo. (Todo eso, sin olvidarse de No puedo vivir sin ti, lo prometo…)
No crean ustedes que hay muchas oportunidades de disfrutar de un directo tan pulido, sugerente y honesto como el de Coque. Háganme caso y corran, –¡CORRAN!–a comprar sus entradas; que, además, el señor Malla se despide. Por poco tiempo, pero se despide. Les veo en Razzmatazz el 29 de diciembre.
Link de las entradas aquí.
La MusiKalité 