Los retornos son muy complicados, y cada vez que una banda de nuestra adolescencia o juventud anuncia su regreso, nuestro cerebro busca desesperadamente sentir las mismas emociones que sentíamos cuando las escuchábamos. Eso, o con oídos inquisidores, intentamos exaltar los errores de los nuevos trabajos para poder gritar al mundo que tal regreso era una mala idea y que tú ya lo sabías. Un típico acto cobarde de la crítica que todos hemos cometido.
El principal error es romantificar esos discos que tan buenos viajes nos dieron sin una visión más objetiva, y afrontar de igual forma que los músicos son personas y cambian, a veces para bien, otras veces fatal, pero siempre desde unas vivencias y un desarrollo individual en la industria.
The Movielife es un grupo que murió prematuramente, pero que nos dejó varios de los trabajos más interesantes del pop-punk de principios de siglo, obviando toda la parafernalia de las modelos de Playboy y las tendencias estéticas de la MTV. Más apegados al sonido emo y hardcore, marca de la costa este, dejaron un legado que renació con bandas como Nightmare of You, o la más conocida, I Am the Avalanche.
Ahora reunidos como trío, nos han dejado un disco más que notable. Vamos a ver con que nos encontramos.
Ski Mask
El álbum comienza con un pildorazo adrenalínico con ecos a la patineta. La canción más rápida del disco es una declaración de intenciones; The Movielife han vuelto, y entran a darlo todo.
Mercy is Asleep at the Wheel
Dejamos la velocidad a un lado para darle espacio a una maraña de guitarras de lo más densa y desequilibrada. El tema respira con aura propia. Se convirtió en el primer adelanto y parece lógico que sea la carta de presentación. Cañera y pegadiza, nos volará la cabeza de un plumazo. De aquí nace el nombre del álbum y desde luego, es una forma de lo más poética de criticar un sistema lleno de podredumbre y miseria.
Ghosts in the Photographs
Los riffs. Pop-punk del que nos gusta, del que nos sacude el corazón, del que te habla sobre algo. Extremadamente adictiva, por momentos parece un boceto de algún tema de Caruana para I Am the Avalanche. Una amarga visión de agarrarnos a los recuerdos, aunque estos sean devastadores.
Sister Saint Monica
La voz de un niño o una niña nos transporta a un nuevo mundo acompañado progresivamente de un arpeggio de guitarra. Tras una frase con tintes religiosos/sexuales, el tema coge forma y avanza atronadoramente para darnos un mensaje que podría interpretarse de varias formas. La mía es la de un niño enamorado perdidamente de una monja. En cualquier caso, es otro de los temas más pegajosos del disco, con leves toques a The Menzingers o a Gaslight Anthem.
Pour Two Glasses
Tras la acción cometida hasta el momento, nos dejamos mecer por la progresión de acordes de una guitarra acústica y algunos arreglos de cuerda. A ratos un poco sobreproducida para mi gusto, nos recuerda lo importante de tener a alguien para apoyarnos en los momentos más difíciles.
Lake Superior
Tras la calma que acontece a la tempestad, volvemos a coger forma con uno de mis temas preferidos. Tomando herramientas de sus compañeros, The Flatliners, de nuevo experimentamos un punk rock que llega a su máxima expresión en su angustioso estribillo. Una de las grandes canciones que nos deja este 2017.
Laugh Ourselves to Death
Al igual que en el segundo corte, las guitarras forman una colcha que soporta toda la crudeza de la voz. El The Movielife más post-hardcore, hace malabarismos entre una mitad más caótica y otra más melódica, creando un contrapunto de lo más interesante. Sigue sonando a mi parece muy heartland, pero es lo que nos merecemos de un grupo que se separó a principios de siglo. El tema aquí es muy claro: Cariño, no nos tomemos tan en serio.
Blood Moon
Es innegable la influencia que tuvo el grunge en el punk rock noventero y posterior. Aquí, se demuestra un ejercicio de reivindicación de esos orígenes con un tema que también nos podría recordar a Jawbox o a Jawbreaker. En cualquier caso, en el equilibrio está la virtud. ¿Quién dijo ‘emo-grunge’?
You’re the Cure
Ya entramos en el arco final del álbum con otro tema con una atmósfera algo más feliz y poppy. Otro de esos cortes que cuentan con un buen estribillo para gritar a pleno pulmón. En el 1:31 comienza lo que podría ser la catarsis de un trabajo impregnado de emociones. Vinnie entona un grandioso ‘You Breathe Me Back to Life!’ que concuerda perfectamente con lo que ellos nos están transmitiendo.
Hearts
La narrativa nos devuelve al punto de partida, y llegamos a donde queríamos dirigirnos, y tras dejarnos arrastrar por una arrolladora fuerza motriz, ya hemos encontrado nuestros corazones. Un tema de tiempo lento que nos recuerda a sus hermanos mayores del emo. Nos ofrece un final abrupto y repleto de intensidad contenida que nunca llega a romper. Somos todo lo que creemos y conocemos, de un momento a otro tendremos que dejarlo salir.
*Extra: Future Feeling (Afraid of Drugs)
No podía dejar de hablar de esta canción, que aunque no forma parte del disco y fue lanzada el año pasado, es lo primero que escuchábamos de los de Long Island tras 13 años. Una composición que aunque no concuerde exactamente con la producción del álbum, en mi opinión, resalta mejor los pros de la banda, y con un lavado de cara, podría haber entrado en él , o llevando el resto a su terreno.
Conclusiones:
The Movielife nos presenta un gran regreso, en el que prima la mirada hacia el futuro, y no se deja llevar por la nostalgia. Es el pop-punk crudo y visceral que esperamos de una banda con esta trayectoria. Un oasis en un desierto. Imprescindible.