Entrada del recinto | Foto: Esther Cobos
Después de meses esperando, llegó el momento: O Son Do Camiño abría sus puertas en esta primera edición, celebrada en el Monte Do Gozo de Santiago de Compostela.
Durante el festival, pudisteis seguirlo prácticamente en directo (cuando la cobertura móvil lo permitía) a través de nuestras redes sociales, con fotos y vídeos del evento, sobre todo en Instagram. Fueron 3 días non stop, quedándome sin voz, con lluvia, cansancio… Pero merecieron la pena todos y cada uno de los 1200 km en coche que separan mi pueblo de Santiago de Compostela. Hay tantas cosas que contar que he decidido hacerlo en 3 partes, una por día, para que sea más ameno de leer.
Así que vamos a empezar por el principio: El miércoles, cruzamos la península de punta a punta en coche (como unos campeones) hasta Portomouro, dónde nos alojábamos. Después de unas 13 horas de viaje el cuerpo dijo basta y caí bien rápido. No era consciente de lo que me esperaba los siguientes 3 días. Al día siguiente, una vuelta por Santiago de Compostela (una ciudad preciosa, aunque un poco escasa de aparcamiento), comida por allí y al apartamento a prepararnos para ir al Monte Do Gozo.
El festival habilitó buses urbanos hasta el monte, así como las proximidades del estadio de San Lázaro (a escasamente un kilómetro y medio del recinto) como parking y parada de buses lanzadera y con buena frecuencia horaria.
Sobre las 16:30 llegamos al festival a pulserarnos. Muy rápido y efectivo todo, ya que en apenas 5 minutos ya estábamos dentro del recinto. Así que tras cambiar unos tuents (la ‘moneda’ que debíamos utilizar en las barras del festival) y una parada en el merchandising dónde pequé de fan (cabe decir que no hicimos nada de cola en ninguno de los dos sitios), nos fuimos directos al escenario 1 de dónde no nos pensábamos movernos a lo largo del día. Allí acababan de empezar nuestros adorados Sexy Zebras.

Sexy Zebras
Hasta hace cerca de un año no había oído hablar de ellos, pero por todos es sabido que en La Musikalité hay perdición por esta banda madrileña llamada Sexy Zebras y que no necesita más presentaciones. Era la primera vez que podía verlos en directo y corroborar esa admiración hacia ellos en nuestro blog. El ambiente era justo el que esperaba: gente saltando, dejándose la piel por los ‘Pvtos’ Sexy Zebras y coreando sus temas como si no hubiese un mañana. Y por supuesto, pogos, varios pogos. Hay que confesar que estos señores son muy enérgicos y sus temas se enganchan a cosa mala… Todo el mundo que estaba a mi alrededor no podía dejar de moverse con todos y cada uno de sus temas de los cuales no pudieron faltar Sexo y Marihuana o Quiero Follar Contigo, entre otros.

Talisco
Si algo me ha permitido el festival, es conocer nueva música. Y aunque Talisco no entraba en mis planes iniciales, fue una grata sorpresa descubrirlos. Talisco es una banda de electro-folk que llevaron al Monte Do Gozo su Capital Vision, álbum lanzado en 2017. Cabe decir que el punto fuerte de Talisco es el rollazo que transmiten en directo y que suenan espectacularmente bien.
La banda encabezada por Jérôme Amandi (de origen español), suele tener unas letras que tratan sobre emociones y sueños. De primera mano, pudimos comprobar que Thousand Sounds, Stay o Loose (mi favorita en directo, con unos riffs de guitarra muy interesantes) son sólo algunos de sus temas y que merece la pena investigar en su discografía para descubrirlos más a fondo. Jérôme quería hacernos pasar un buen rato y a menudo, interactuaba con el público con la finalidad de que esos 40 minutos sólo pudiésemos disfrutar de ellos.

Triángulo de Amor Bizarro
Triangulo de Amor Bizarro es una banda indie rock y post punk coruñesa, la primera banda con origen gallego que pisaba el escenario principal y que hizo que el público se viniese muy arriba. No obstante, unos fallos técnicos provocaron que la voz de Isa Cea no sonara bien, ya que fue totalmente eclipsada por los instrumentos de la banda. No obstante, el público disfrutó de temas como Gallo Negro Se Levanta, Seguidores o la enérgica O Isa, con riffs de guitarra y con Rodrigo Caamaño como vocalista. A priori la banda que menos me llegó del primer día de festival pero que me gustaría volver a verlos sin fallos de sonido de por medio.

Franz Ferdinand
Esperando a que empezasen, la lluvia se dejaba caer… Y no era nada en comparación a lo que nos esperaba el resto de días. Por suerte, el jueves duró poco. Apenas eran las 20:40 y empezaba uno de los platos fuertes de la noche: Franz Ferdinand. Los escoceses empezaron bien fuerte, dejando claro los 15 años de trayectoria musical que les avalan con Do You Want To. Desde el minuto 1, Alex Kapranos no dejó de deleitarnos con sus poses, bailes y saltos… Con decir que apenas dos canciones después se agachó al pie de micro para darse una buena dosis de ventolín. Él, como un señor, prosiguió el concierto interactuando con el público y sobre todo, quedé maravillada con lo showman que es.
Franz Ferdinand presentaban su último trabajo, Always Ascending, pero además no pudieron faltar esos grandes himnos que tienen en su discografía de la talla de The Dark Of The Matinée, No You Girls, Walk Away o el mitiquísimo Take Me Out, dando no sólo uno de los mejores momentos del concierto de los escoceses, si no de todo el festival. El bridge con la batería, la gente saltando, coreando, disfrutando a más no poder de uno de los himnos ‘indie’ de los 00’s. A su misma vez, Alex Kapranos y sus saltitos en el escenario. Una hora y cuarto de concierto que me supo a muy poco, pero con expectativas sobre ellos más que superadas.

The Killers
Y llegó un momento que llevaba esperando 10 años, la razón principal por la que quería ir al festival (por ellos y Franz Ferdinand). The Killers son expertos en ningunear España en sus giras, pero a veces se dejan caer por algún festival. En septiembre lanzaron Wonderful Wonderful y The Man, Brandon Flowers, acompañado por Ronnie Vannucci a la batería, junto a una banda soporte para la gira y 3 coristas, ofrecieron una hora y media en las que no daban tiempo ni a respirar, encadenando temazos, uno tras otro. También un símbolo masculino formado por bombillas, reinaba el escenario.
Tenía un cúmulo de emociones con The Killers: sentí The Calling, un montón de sentimientos indescriptibles con All These Things That I’ve Done (mi favorita de ellos, con sus 3 minutazos de intro y otros 7 del propio tema), viajé con Spaceman, reflexioné con Read My Mind y emocioné al escuchar A Dustland Fairytale. Lo que más me sorprendió de Brandon es que a medida que avanzaba el concierto se venía más arriba, sonreía muchísimo más y según nos comentaba gente que teníamos cerca y los había visto más veces en directo, era la primera vez que lo veían tan feliz encima del escenario. Incluso se marcó alguna interacción diciendo en español: “Que pasa gallegos” o “Nosotros somos peregrinos”, arrancando los vitores de todo un abarrotado escenario principal rendido a los pies de la banda de Las Vegas.
Con una versión de cortes lentos y toques synth pop de su conocido Mr. Brightside, encadenada con la tradicional y conocida por todos, pusieron punto y final con una buena lluvia de confeti a su primera visita por tierras gallegas. Comentando con otros fans la sensación era la misma: un directazo que te deja con ganas de más y que alguno repetirá el 20 de julio en el FIB.
Para nosotros, el primer día acababa aquí, no sin antes pasarnos por la zona de restauración a comer algo y a emprender el viaje de vuelta a Portomouro para descansar y cargar pilas para el día siguiente, el día más ‘light’ del festival.
¡En breves os seguimos informando!