Cala Vento. Fotos: Jaume Maneja
Es viernes noche y ha llegado el día, los amigos de L’Empordà, dos chavales de pueblo que han ido creciendo musicalmente hasta llegar a este punto, el culmen de lo que llevan de carrera, llenar la sala Apolo hasta los topes con su show sencillo pero extremadamente potente, delante de un público entregado.
Con 3 álbumes: Cala Vento, el aclamado Fruto Panorama y el reciente y exitoso Balanceo, han conseguido una base importante de fans nacida del más puro underground y con apoyo de las críticas especializadas de este país. Aquí en La Musikalité ya pudimos disfrutar de ellos en el Cruïlla, pero el concierto que veríamos esa noche superó todas nuestras expectativas.


Pocas bandas nacionales pueden decir que desde el segundo uno pueden tener a un público con la energía a tope y mantenerlo durante hora y media, con sus pogos, sus saltos y su público, sorprendemente variado en cuanto a edades, cantando cada letra de sus canciones. La escenografía es lo más simple posible: Aleix en la guitarra y la voz (conectado a más de un amplificador para conseguir un sonido con más cuerpo) y Joan a la batería haciendo coros y sacando poder de sus baquetas, un poco de humo y luces y, sobre todo potencia y entrega.
Los gironeses presentaron su último álbum, Balanceo, por todo lo alto, lleno de sus letras melancólicas y muy reconocibles y ese espíritu casi punk en un gran álbum. Canciones como Gente Como Tú, La Comunidad, Do de Pecho, Solo Ante El Peligro, Un Buen Año o Remedio contra la Soledad sonaron realmente imponentes así como Todo, con la colaboración de Cándido Gálvez de Viva Belgrado.


Hacia la recta final también repasaron temazos de sus anteriores álbumes como En Cueros, Isla Desierta, especialmente bien recibida y la gran traca final con Estoy Enamorado de Tí, Abril y la gran Isabella Cantó, un tridente que puso la guinda final a un concierto sin florituras, sin hablar demasiado, solo música, personas transmitiendo buen rollo y energía y mucho amor. Podríamos decir que el directo de Cala Vento es exactamente como su música, sencilla pero espectacular.