Pucho, Crema, C. Tangana, Puchito, el Ídolo y, ahora, El Madrileño.
Se le ha llamado de muchas formas a Antón Álvarez Alfaro, pero lo que sí ha conseguido a pulso es ser uno de los artistas que más ha revolucionado el panorama musical en su historia.
Desde Agorazein hasta lo que es ahora, C. Tangana ha pasado por muchas fases, muchos temazos que han petado la lista de Los 40 y las discotecas de todo nuestro país y un par de discos, como Avida Dollars o El Ídolo que han conseguido buenas críticas.
También, por supuesto, ha tenido beefs, como siempre acaba llegando en los artistas de música urbana, los más míticos los que tuvo con Los Chikos del Maíz, Kaydy Cain o, mi personal favorito, el de Yung Beef, pero siempre ha destacado por tener cierto estilo indudablemente personal que ha conseguido enamorar a sus fans y gustar (aunque fuera de forma culpable) a sus detractores.
Con las discotecas cerradas, los festivales inactivos y sin poder bailar hasta el amanecer, era obvio que un artista como C. Tangana iba a dejar de lado los temas más fiesteros como podían ser Booty o Bien Duro y lanzarse, por fin, a un disco completo de estudio, la versión de C. Tangana que a mí, personalmente, más me gusta.
Lo que no esperábamos era esto.
El Madrileño ha sido uno de los discos más comentados en redes sociales, más reproducidos, más recomendados y más virales. Un disco lleno de colaboraciones que ha conseguido enamorar al público general, pero… ¿cuál es el secreto para su apisonador éxito? Analizaré el disco pero de una forma distinta, no será canción por canción, si no que primero hablaré de su concepto, luego de cómo el choque de estilos le ha creado un increíble marketing y cerraré con algunas conclusiones.
¡Vamos a ello!
Los álbumes conceptuales, El Madrileño y por qué ha salido tan bien
No es un secreto que el último disco de C. Tangana trasciende el hecho de ser un disco como una conjunción de canciones por separado y es un álbum conceptual con todas las de la ley, algo que parece estar volviendo al “mainstream” y oye, estamos completamente agradecidos.
Obviamente esto no es nuevo, ni siquiera en el panorama nacional, muchos recordaréis el disco conceptual que fue 1999, de Love of Lesbian o, más recientemente, El Mal Querer, de Rosalía.
Pero, ¿cuál es el concepto que engloba El Madrileño?
Las dudas se disipan rápidamente si te embarcas en los viajes que propone C. Tangana en sus videoclips, y es que la vuelta a lo cañí, la vuelta a la figura tradicional del madrileño, que, acompañada con una revisita a estilos folclóricos españoles (hay samples de Campanera, de Joselito, hay colaboraciones con los Gipsy Kings…) crea un conjunto de canciones, como poco, curiosas, que gracias a videoclips potentes quedarán en el imaginario colectivo por mucho tiempo.
Pero el éxito de este disco no se podría entender si no tuviera detrás el sello de C. Tangana. ¿Por qué? Al final siempre se dice que se debe separar el artista de la obra, y se puede estar más o menos de acuerdo con esta afirmación, pero en este caso es imposible hacerlo y entender a la perfección lo que es El Madrileño es una ardua tarea si no conoces la carrera de Pucho.
Porque sí, C. Tangana es ya un ÍDOLO, y esto no es solo una referencia a su LP de 2017, es lo que ha acabado siendo en el panorama musical español, un artista amado y a la vez odiado, pero, desde luego, muy escuchado, con exitazos como Mala Mujer, Bien Duro o Booty, en colaboración con Becky G. Nada parecido a lo que luego hemos escuchado en su último disco, excepto Un Veneno, canción de 2018 con Niño de Elche, que tiene un mix especial con José Feliciano en El Madrileño.
Y es que romper con los estereotipos y con las expectativas que se tienen en ti es un golpe y un riesgo que solo te puedes permitir cuando eres una artista como C. Tangana, con un gran público y, sobre todo, con unos fans muy fieles. No seré el único que, con los singles que estaba sacando Pucho, veía tweets que decían cosas como “tengo un problema y es que me gusta cualquier cosa que saque C. Tangana” y esa reacción es un seguro de vida a la hora de tomar riesgos.
Por supuesto, le ha salido bien, El Madrileño, pese a ser un estilo nuevo en su carrera, es un disco bastante bien hecho y que ya se vaticinaba exitoso con los primeros singles (Demasiadas Mujeres, Tú Me Dejaste de Querer y Nunca Estoy) que reventaron listas de éxitos y reproducciones en todos lados.
¿Es el mejor disco de su tipo que se ha hecho o que oiremos nunca en España? No, no lo es, pero se aprecia la valentía a la hora de mezclar géneros, de salirse de su molde y saber utilizar el factor sorpresa y romper las expectativas a su favor. Eso es un talento y una suerte que pocos artistas tienen.
Ahondando un poco más en el sonido, en este disco escuchamos a C. Tangana cantar mejor y más que nunca, pero también sabemos que tiene un muy buen gusto.
De 14 canciones de un disco de más de 40 minutos, solo 2 temas son del artista en solitario, el resto, son colaboraciones muy bien elegidas como Ed Maverick, Kiko Veneno, Calamaro o los Gipsy Kings (haciendo, posiblemente, mi canción favorita del disco) y es que el saber elegir cómo y con quién colaborar para explotar el potencial del artista principal y de los invitados también es un talento que cabe apreciar.
Mención aparte merece Alizzz, artista y productor, mítico colaborador de C. Tangana en muchos de sus mejores temas y un DJ exquisito con un buen gusto tremendo a la hora de samplear, a las pruebas me remito. Su obra habla por sí mismo. Solo tenéis que escuchar.
Por supuesto, también es obvio que parte del éxito se debe a un buen trabajo de marketing. Spotify, en mi caso, estaba muy insistente en que escuchara el disco, y esto es solo una parte de todo lo que se ha hecho para que El Madrileño esté en boca de todos, tanto en redes como en medios. Eso también es un trabajo bien hecho.
Conclusiones
¿Es este disco, musicalmente hablando, la obra maestra que se dice que es? Sinceramente, y aunque me duela y seguramente reciba algo de odio por esto, no lo creo.
¿Entiendo el revuelo causado y todo el movimiento generado alrededor de El Madrileño? Sin duda. Y espero que esto sí que sirva a otros artistas, más o menos conocidos, a lanzarse a investigar y probar cosas nuevas. A reinventarse. A mezclar géneros. A luchar por destacar de otra forma. A dejar de lado la zona de confort.
El Madrileño es uno de los discos más importantes del panorama nacional del año. Es una obra que todos deberíais oír para formaros vuestra opinión propia y, seguramente, para disfrutar de un disco que no te dejará indiferente.