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[RANKED] Panic! at the Disco, sus discos de peor a mejor

A petición de nadie, os traigo la segunda edición de RANKED. Después del revuelo que causó el ranking de Fall Out Boy he decidido aprovechar el momento para seguir con más de mis más controvertidas opiniones. ¿Y qué grupo mejor que aquel que al cual Pete Wentz apadrinó? Panic! At The Disco siempre ha dado que hablar sea por su música, los dramas en los que se metían o bien que haya gente que los considere un grupo revelación aunque toquen desde 2005. Al igual que con Fall Out Boy, entre los sinners tampoco hay mucho consenso entre cuales son los peores y mejores discos pues todo depende de cuando empezaras a escuchar Panic! At The Disco. Pero no os preocupéis, yo os traigo el ranking verdadero, aquel con la verdad y nada más que la verdad (y el que no me crea, que demuestre lo contrario.)


6. Pray For The Wicked (2018)

No sabría decir cual es la parte de Pray For The Wicked que odio más. Quizás que Say Amen (Saturday Night), la canción que da nombre al disco, parezca sacada de su predecesor o a lo mejor las pocas ganas que le ha puesto Urie a las letras esta vez con maravillas como ‘Get boozy, boozy, boozy‘, ‘Roll me like a blunt ‘cause I wanna go home‘. Y si vuestra canción favorita es High Hopes… que os mejoréis del gusto. Lo único medio salvable de este disco es Dying in LA dónde por fin Brendon decide cantar un poco y One Of The Drunks que tiene cierta gracia al pensar en las inagotables menciones sobre alcohol y fiesta en su discografía. A Pray For The Wicked le falta de todo, pero principalmente personalidad y es la prueba irrefutable de que Brendon tiene que poner punto y final a Panic! At The Disco.


5. Too Weird To Live, Too Rare To Die (2013)

Aunque solo está quinto Too Weird To Live, Too Rare To Die está a años luz de Pray For The Wicked. Para algunos el sonido electrónico y las distorsiones fueron demasiado pero a mí no me disgusta. Algunas canciones se hacen un poco pesadas o repetitivas como Girl That You Love pero también incluye grandes singles como Girls/Girls/Boys y This Is Gospel. El disco se queda un poco a medio gas cuando se acaban los singles y aunque es muy disfrutable también es poco memorable, lo que divide mucho la opinión de los fans. Me duele un poco que esté tan abajo tras las vueltas que le di a Casual Affair en su momento pero cualquier otra cosa sería injusta para el resto de álbumes.


4. Death Of A Bachelor (2016)

Siendo honestos, no fui la mayor fan de Death Of A Bachelor cuando salió pero mi opinión cambió bastante al verlo en directo lo que me ha permitido disfrutarlo con el paso del tiempo. Impossible Year luce al máximo las vocales de Brendon Urie mientras que Emperor’s New Clothes y Don’t Threaten Me With a Good Time triunfarán siempre entre el público por sus dramáticas interpretaciones. Es un buen disco pero le falta algún elemento de originalidad que lo eleve más allá de radio pop o Broadway-wannabe.


3. Pretty. Odd. (2008)

En el escalón más pequeño del podio dividirá opiniones pues Pretty. Odd. puede ser o el favorito o el más despreciado según a quién preguntes. Los fans con más antigüedad suelen tenerle apego al álbum más Ryan de la banda, mientras que aquellos que son más apegados al Panic! At The Disco post-breakup no le guardan mucho cariño. Nine In The Afternoon, la única de este disco que Brendon se digna a tocar en directo, o That Green Gentleman son ya clásicos. El cambio radical de género entre Pretty. Odd. y Fever también ha sido siempre un arma de doble filo. Mientras que un lado lo ve como una decisión valiente y acertada que diferenció a la banda del resto de grupos para otros no es más que una gran decepción el no haber seguido con la línea más emo del disco que los lanzó al éxito. La única negativa que le puedo poner es que está demasiado inspirado en los 60 y los Beatles para mi gusto con copias casi directas como en Northern Downpour (que todo sea dicho, es en realidad una de mis favoritas). Aún así para mi tiene el tercer puesto merecido siendo un disco homogéneo con todas las peculiaridades que en su momento separaron a Panic! At The Disco del resto.


2. A Fever You Can’t Sweat Out (2005)

A Fever You Can’t Sweat Out es mítico. Su caos y frenesí lanzaron a Panic! At The Disco a la fama con la más que conocida I Write Sins Not Tragedies. Puede que Brendon este harto de ella y ni se digne a cantar ni la mitad de la canción dejando que hagan los fans todo el trabajo, pero eso no la hace menos mítica. Sins es todo un clásico de los 2000 y tanto la canción como su vídeo forman parte del mejor material de la banda. El resto de singles son geniales aunque Camisado se los come a todos, sin duda el mejor tema del disco. El conjunto de los largos y complicados títulos inspirados por varias obras literarias, todo tipo de instrumentos como acordeones y violonchelos mezclados con el sonido punk, la estética que ayudaba a diferenciarles y las maravillosas letras de Ryan Ross convirtieron a Fever en un disco debut arriesgado pero único. No discutiría con nadie que quisiera ponerlo como el mejor disco pero no ha envejecido tan bien como el numero uno y alguien que lo descubriera hoy no lo disfrutaría igual que en 2005. Es realmente una tragedia que Brendon no se atreva con nada más de este álbum que I Write Sins en directo porque cualquier canción aquí es mejor que nada de la solo-project era.


1. Vices & Virtues (2011)

Vices & Virtues marca el antes y el después en la trayectoria de Panic! At The Disco, pero su historia empieza mucho antes de su lanzamiento. Aunque nunca sabremos la historia exacta parece ser que Brendon no quería seguir con el estilo de Pretty. Odd. y que Ryan y Jon no querían venderse al pop. Esto terminó con una separación con Ryan y Jon formando The Young Veins y los demás quedándose bajo Panic! At The Disco. Aunque la manzana de la discordia fuera el sonido de ese disco, hay muchísimo de la composición de Ryan en Vices & Virtues, suficiente como para llevarse algunos créditos en canciones como Nearly Witches (Ever Since We Met…). The Ballad Of Mona Lisa se merecía, al contrario que High Hopes, todas sus reproducciones en la radio y televisión, Ready To Go era lo más pop de la banda hasta el momento mientras que Let’s Kill Tonight invocaba los fantasmas de Fever. Este tercer álbum es el equilibrio perfecto entre el sonido retro de Pretty. Odd. y la novedad y locura de A Fever You Can’t Sweat Out, encapsulando lo mejor del encanto casi atemporal del P!ATD del momento a la vez que manteniendo la energía más punk con la que salieron a la luz. Entristece pensar en cómo podría sonar Panic! At The Disco ahora si hubieran peleado un poco más por el grupo y la formula ganadora de Vices & Virtues hubiera contentado a todos.

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