Creo que estoy encontrando un fetiche en el ámbito de la música, aquél que seguramente muchos de vosotros y de vosotras compartiréis conmigo. ¿De cuál os hablo? El vivir conciertos de grupos que empiezan a obtener el renombre que merecen en salas pequeñas, donde el calor de su música llena cada una de las paredes y las almas del público. Recientemente lo confirmé al vivir el directo de una de las bandas que más están formando parte de mi Spotify en los últimos dos meses.
Os expliqué recientemente sobre ellos y la gira que están marcándose y que estaríamos el 7 de Mayo para verles junto a un nuevo descubrimiento musical del cual también os hablare pronto. Ellos son Niña Polaca e Impacto Vudú, protagonistas de mi Spotify y futuros protagonistas de ello, dos bandas que respiran rock por cada una de sus baquetas y cuerdas. La sala Sidecar de Barcelona les recibió con todo el cariño, fuerza y cerveza del mundo y sinceramente, aún creo que sigo con resaca del concierto.
Todo empezó a las 20:30 cuando abrieron puertas, nos sellaron con la marca de la sala y bajamos las escaleras para viajar al mundo de la Sidecar, un lugar peculiar e inigualable para vivir y amar a la música. Poco duró la sala vacía, ya que los fans de Niña Polaca e Impacto Vudú tenían muchísimas ganas del concierto y se acercaron pronto al recinto para obtener la famosa primera fila (la obsesión de muchos y muchas, donde yo me encuentro en ellas). Podíamos escuchar botellines de cerveza abrirse y notar las ganas de saltar, cantar y vivir pogos infinitos, elementos que considero que son básicos en los directos tanto de Niña Polaca como de Impacto Vudú.

La noche iba a empezar con los jóvenes de San Sebastián. Luis, Josu, Álvaro y Thomas no sabían que se iban a encontrar en Barcelona y la verdad que fue sorprendente la respuesta del público hacia su música. No había escuchado nada de ellos y creo que en el fondo lo agradezco porque un artista te acaba de ganar de verdad cuando en su directo te crea las ganas de querer escuchar más de ellos y, en el caso de Impacto Vudú, me sucedió.
¿Cuáles fueron los temas que pudimos escuchar de Impacto Vudú?
Desde temas de su último EP como Patinete, La Parte Vieja, Carretera Espacial, Nada Que Hacer a su más reciente single como No Pasa Nada (con el que he entrado en un bucle precioso) a uno de sus temas más conocidos como es Ricardo Montes.
Carretera Espacial fue de los que más me llamó la atención por como supieron mezclar un toque rock suave con una letra tan dura, profunda y real. Me pareció una canción muy madura para lo jóvenes que son ellos y con una formación musical propia de un grupo ya consagrado durante años. Esto fue una de las alarmas que surgió en mi cabeza para decir: Emma, atenta porque este grupo tiene muy buena pinta.
Uno de los sentimientos que crearon en mí este grupo fue la verdad que podíamos notar en las letras de sus canciones. Muy humanas junto a toques de juventud, creando himnos con los que cualquier persona que esté conociéndose y descubriéndose en ese instante puede abrazar y con ellos empezar a entenderse mejor, explorar para comprender aquello que existía en él o ella.
Después de vivirles en directo quise conocer un poco más de ellos, descubriendo lo currantes que son estos chicos que vienen de tocar en un garaje de Euskadi para viajar a las calles de Madrid. ¿Qué elementos definen su música? Una cohesión muy bien trabajada entre unas letras que gritan alma con una electricidad que eriza pieles junto a un esqueleto acústico clave para acabar de dar ese toque de fuerza a sus temas.
No os mentiré, yo iba a ir para disfrutar de Niña Polaca con eternas ganas de gritar a Joaquin Phoenix y lo disfruté pero también descubrí a otro grupo con el que sé que podré tanto saltar y gritar como llorar o sentirme identificada. Impacto Vudú tienen una música que entra en tus venas para formar parte de ti y cuando eso pasa, como ellos mismos dicen en uno de los temas que tocaron en el bolo “ya no hay nada que hacer.”

Impacto Vudú dejaron el nivel altísimo pero no nos engañemos, los siguientes en tocar iban a recoger el cable que habían dejado para hacer que los cimientos de la Sala Sidecar temblasen, consiguiendo que hasta al propio presidente del gobierno le diesen ganas de gritar su propio nombre.
Los jóvenes de San Sebastián se despidieron del público y dieron paso a Niña Polaca: A Surma, Beto, Kobbe y Sandra.

Casi veinte canciones llenaron el SexList de Niña Polaca pero no solo tuvimos música. Risas, lágrimas, gritos, saltos y mucho sudor junto a mucha cerveza llenaron el concierto y antes de comentaros en especial las canciones no puedo olvidarme de deciros esto:
Hacía tiempo que no veía a un público tan sumamente entregado a la banda cómo vi con Niña Polaca.
No empezó aún el concierto, estaban tanto Surma como Sandra, Kobbe y Beto preparando todo para dar lo mejor de sí y el público estaba cantando a pleno pulmón La Muerte de Mufasa con un alma indescriptible. La verdad que el público que rodea a Niña Polaca es muy fiel y fuerte aunque, no os mentiré, no me sorprende. El alma que desprende la banda en su directo gana a cualquiera y por eso están creando un público muy acogedor y con el que es imposible no vivir un directo irrepetible.
¿Qué repertorio nos dieron Niña Polaca?
Desde temas tan míticos de su álbum De la Línea Diez al Sol como de su más reciente trabajo como es Asumiré la Muerte de Mufasa. Vivimos amor, dolor de corazón, la nocturnidad y sus consecuencias, el cine y el miedo a dejarse conocer y el amor a una madre.
De los temas que más me dejaron huella después de vivirlos en directo fueron:
Joaquin Phoenix por una frase en especial la cual, cuando la noté desde la voz de Surma en directo, sentí que se quedaba grabada en mi pecho:
“Racionaré el amor por turnos
Que es más sensato que dejarse conocer.”
Por versos como estos me doy cuenta de que Niña Polaca es la voz de una sociedad que está muy rota anímicamente y necesita voces como las de Surma, Sandra, Beto o Kobbe para recordar que la vida es jodida, sí, pero merece ser exprimida hasta el máximo.
De De la Línea Diez al Sol no he escuchado tantos temas y aún así, cuando sonó Madrid Sin Ti… la Sidecar casi se derrumbó por completo. Descubrí nuevos temas a los que darles escuchas y vivir como Willy, Mañaca, Pinta Malasaña (de mis favoritas después de escucharla en directo) o Infanta, conociendo uno de los trabajos de Niña Polaca y a la vez más sobre su crecimiento musical.
Nadie podrá negar que uno de los momentazos fue cuando a Sandra le regalaron una armónica en pleno concierto y con la que empezó a tocar las primeras notas de Nora. Que canción, que dolor y que dulzura al mismo tiempo… aún sigo con el corazón encogido después de vivirla. Sinceramente me parece una de las canciones más jodidas de escribir por la forma en la que Surma se ha abierto en canal para crearla. Se ha de ser demasiado valiente para admitir tener miedo a decirle a la persona que quieres la verdad… pocos somos capaces de hacerlo.

Pero no todo fueron lágrimas o dolor. Con Pdr Snchz hubo reivindicación, con San Franciso el Grande hubo saltos y vida, con Mary The Queen o Garabatos, Despedidas se crearon eternos pogos. La Muerte de Mufasa creó un aura muy única en la Sidecar, Magaluf fue el punto final para cerrar una noche sincera pero… Ivona fue para mí LA CANCIÓN.
“Que escribo mucho, pero no me entiendo.”
Otro verso que te encoge el pecho, rodeado de una ruptura musical eléctrica y con una verdad realmente reveladora. Niña Polaca crearon tatuajes en mi piel que no se ven pero se sienten.
Impacto Vudú fue una revelación y Niña Polaca fueron la confirmación. La música nacional está cubierta por muchos años con talento de sobras gracias a estos dos grupos que han creado la perfecta fórmula para ser eternos:
Letras realmente dolorosas y verdaderas con una música que entra en tu alma para quedarse.
Vividles, disfrutadles, gritad, llorad y bebed una cerveza asumiendo la muerte de Mufasa y diciendo: no pasa nada.
Todas las fotos en nuestro Flickr.
Juraría que Impacto Vudú no tocaron Carretera Espacial en Sidecar. Y que Nora la escribió Beto y no Surma.
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