En la fotografía: el público del Viña Rock en el concierto de Segismundo Toxicómano. Fuente: Jordi Laguía Morales
Primer día, sueño, maletas hechas, amigos reunidos, coche listo y gasolina llena para un viaje de 3 horas desde Alicante hasta Villarrobledo donde nos esperaba la XXIII edición del Viña Rock, el legendario festival que reúne todo tipo de géneros y de personas en una ciudad albaceteña que tiene un hueco especial en mi corazón, puesto que he vivido grandes recuerdos de mi infancia en su recinto ferial.
Un grupo de 4 veinteañeros con muchas ganas de conciertos, fiesta y olvidarse por unos días de la universidad, nos reunimos en una casa que sería nuestro nuevo hogar por 3 intensos días.
Tras llegar a Villarrobledo tocó lo típico: descansar tras un largo viaje, limpiar, ordenar las habitaciones, comer… El tiempo se nos echó encima y más cuándo era la primera vez que íbamos al recinto del Viña.
Tras un fácil y rápido proceso de acreditación (últimamente estoy teniendo mucha suerte con esto, espero que siga así) entré en el recinto, donde me reencontré con mis compañeros y nos dirigimos al escenario Poliakov, en el que nos esperaba nuestro primer concierto en el festival.
SEGISMUNDO TOXICÓMANO: SORPRESA EN FORMA DE BUEN PUNK ROCK

El primer grupo que nos recibió con los brazos abiertos en este Viña Rock 2018 fue Segismundo Toxicómano, o, como ellos mismos se llamaban, “los Segis”.
Yo mismo fui el que le dijo a mis amigos que teníamos que ver a los Segis, cuando me puse a oír grupos del Viña, fue uno de los que más me llamó la atención, con un punk rock en castellano que no tenía mucho que envidiar a grupos internacionales del mismo género. El grupo, además, terminó de convencerme con un vídeo de uno de sus directos en el Resurrection Fest.
Así pues, cuando llegamos al escenario Poliakov, los Segis estaban haciendo moverse a una buena cantidad de asistentes del Viña Rock con sus rápidas y agresivas canciones de puro punk rock.
La propia decoración del escenario y el look de los componentes recordaban a grupos del género del otro lado del charco y es que, aunque en disco suenan a un punk rock más “typical spanish”, los Segis en directo tienen un gran regustillo a grupo americano que deja una sonrisa a los amantes del corte más internacional del género.
En un concierto de una hora y pico, Segismundo Toxicómano no paraba ni un segundo entre trallazo y trallazo, todos muy celebrados por los fans del grupo reunidos en las primeras filas del escenario y también aplaudidos por curiosos que buscaban un entretenimiento antes de ver a su grupo favorito.
Mención aparte merece la canción Apunta, himno del grupo y mi canción favorita, que sonó de una forma espectacular y que consiguió unir al grupo y sus fans en un momento con mucha conexión y de esos que solo se pueden vivir en directo. Un gran concierto de los Segis, que no dudaremos en volverlos a ver cuando podamos.
RAYDEN: RAP, POESÍA Y UN POCO DE PROTESTA

Tras ver a los Segis, nuestro grupo de amigos nos separamos en dos, mientras que un par de nosotros quería ir, sin falta, a ver a El Reno Renardo, históricos del metal parodia de España, otros dos, entre los que me incluyo, fuimos al escenario Sensi Seeds a disfrutar de Rayden, el rapero español que sacó uno de los discos más interesantes del panorama nacional del pasado año, se disponía a presentarlo en directo en una de las fechas más señaladas de su gira, el Viña Rock.
Tras una cuenta atrás y una épica intro instrumental, Rayden saltó al escenario con una camiseta granate en la que ponía en negro el lema “Yo sí te creo”. Así pues, me dispuse a hacer fotos y despreocuparme, puesto que sabía que mi compañero en ese concierto, Ángel, escribiría el reportaje del mismo. Le paso el relevo a él y dejo que nos cuente cómo fue su punto de vista de la presentación del rapero.

Y, si de verdad os interesa mi opinión, he de decir que fue algo más agridulce de lo que me habría gustado encontrarme.
Quizá sea que coincidió con El Reno Renardo, y a pesar de eso, lo que no tiene justificación es que un escenario tan pequeño como era el Sensi Seeds no estuviera a reventar con el rapero. Espero que fuera debido todo a un lío del público con los horarios, porque realmente pienso que era una actuación merecedora de más audiencia.
Otro punto negativo que le puedo sacar a este bolo es, posiblemente, el sonido. Sí es cierto que estando rodeado de gente te encontrabas un ambiente más encendido, pero bastaba con alejarse apenas unos pasos del centro y la voz de Rayden quedaba ahogada por los gritos y conversaciones de la gente entre el público. Esto, por desgracia, se repitió en varias ocasiones, no sólo en esta actuación, sino también en otras y en otros escenarios. Problemas del directo, dicen; sino, que le pregunten a Saurom.
Sin embargo, no todo son aspectos negativos. Puedo decir que era uno de los conciertos que más ganas tenía de ver y, a pesar de los problemillas, salí bastante contento y más decidido, si cabe, a verlo en una sala. Las ganas que puso Rayden sobre el escenario, el tremendo vozarrón de su acompañante y la energía con la que el público coreaba sus letras hicieron del concierto uno de los mejores momentos del festival, al menos para mí.
Y, hablando del que parece ser el protagonista indiscutible, para bien o para mal, de este concierto: el público. Además de ser obvio y claro que el rapero de Alcalá de Henares se desvive por sus fans, ya sea sobre el escenario o sobre un track en un disco, dejó al público tomar parte en más de una ocasión durante su bolo, haciéndoles corear un No es No y, sin esperarlo nadie, cortando una canción apenas al principio para dejar que se difundiera un alto Yo sí te creo, que comenzó, al parecer, en las filas delanteras y acabó extendiéndose a todos los presentes.
Es evidente que la denuncia social ha estado presente en la mayoría de los conciertos de esta XXIII edición del Viña, y como ya sabéis, Rayden no quiso quedarse atrás con esto, dejando muy claro quién, para él, tiene la última palabra en cierto caso de agresión sexual, o violación, como lo queráis llamar, menos abuso.
En resumen, un concierto con motas agridulces, más dulces que agrias, que sólo hace que aumentar mi admiración por una persona entregada por completo a la música y a sus seguidores.
(Texto escrito por Ángel Cuesta Gómez)
EL RENO RENARDO: CUMPLIENDO UN SUEÑO
Si lo que buscas es leer un análisis detallado y objetivo basado en amplios conocimientos musicales, por favor, busca otro artículo, ya que en éste me limitaré a dar mis impresiones y a narrar el concierto del Reno como fan acérrimo de este grupo conforme a mi leal saber y entender.
El sábado 28 de abril fue una noche fría en Villarrobledo, no obstante, la gente, embriagada de ánimo festivo (y de alguna cosa más) se arremolinaba frente al escenario ocupando con creces todo el recinto. Súbitamente los focos se encendieron iluminando de azul toda la tarima, el sonido de las guitarras y de la batería invadía el ambiente al igual que los gritos enfervorecidos del público. Y comenzaron con su primera canción sin mediar palabra con el público, se presentaban ante el Viña cantando Ancho Cipote.
A partir de este momento las canciones se sucedían sin dilación alguna, el concierto, breve en su extensión, pero fulgurante en su ejecución, consistió en una recopilación de los mayores éxitos del Reno en sus once años de historia. Los asistentes pudieron disfrutar de Camino Moria, Crecí en los Ochenta, Tu Hámster, Fiesta Palangana o Meriendacena Medieval entre otras. El ambiente era sublime, la comunión entre los músicos y el público no podría haber sido mejor, miles de gargantas se desgañitaban por hacerse notar entre el resto y lograr que el calor de sus voces abrazara a los artistas en la fría noche albaceteña.
Las breves pausas entre canción y canción eran utilizadas para lanzar proclamas ofensivas, hacer parodias o corear UPyD, siempre con el apoyo y la respuesta del público de “Villatorpedo” (chanza con la que hacían referencia a la ciudad que los acogía). No obstante, también hubo tiempo para anunciar en primicia el nombre de su nuevo disco cuya salida se prevee en octubre, Hostiopatía. Como no podía ser de otra forma, seguidamente hicieron referencia a varios personajes públicos que necesitaban una buena dosis de esta medicina y que no repetiré aquí como gesto de concordia para con la Audiencia Nacional.
El concierto pasó de forma fugaz, el formato de una hora y diez minutos dejó con sed de canciones a los miles de personas asistentes; la ovación final para despedir a los cuatro integrantes del grupo solo fue comparable con los bramidos emitidos en la canción Orcos de Mordor. Sin duda gesto más que justo para reconocer el esfuerzo de unos artistas que lograron que el publico del Viña pasase uno de los momentos más divertidos con diferencia de todo el festival.
(Todo el texto escrito por Luis Díaz De La Guía).
ANGELUS APATRIDA: THRASH METAL MANCHEGO CON SABOR INTERNACIONAL
Después de la división, el hambre atacó y aprovechamos que había menos gente en los puestos de comida para poder cenar y descansar antes de dirigirnos al último concierto del día: Angelus Apatrida en el Escenario Villarrobledo.
Cansados del viaje y del primer día de festival, recibimos a esta gran banda con menos energía de la que se merecen, y se notaba que no éramos los únicos.
El escenario Villarrobledo se quedó a medio llenar para disfrutar de una pedazo banda que quizá a otra hora habrían llenado por completo el recinto.
Una hora y pico de sus mejores éxitos demostraron por qué Angelus son ahora mismo una de las bandas más relevantes del metal español, si no la que más. Pura energía, puro thrash metal y unas líneas de bajo y una batería que sobresalían y hacían vibrar a todo Villarrobledo acompañados de algunos riffs de guitarra realmente espectaculares y algunos momentos gritones que me hicieron enamorarme del grupo.
Si Metallica hubieran nacido en La Mancha, habrían sonado como Angelus Apatrida. Es un grupazo en el que nada suena mal, todo encaja a la perfección y, aún sin conocer gran parte de sus canciones, fue un directo muy disfrutable si te gusta la música metal.
Si la música metal está en tu corazón y puedes ver en directo a Angelus Apatrida, no dudes ni un segundo en hacerlo. Ve a por ellos.
Con los últimos momentos de la fiesta que estaba montando Muchachito en uno de los escenarios principales, abandonamos, con sueño y un poco de frío, el primer día del Viña Rock. Con ganas de esperar lo que llegaban los días siguientes.
Mañana, reportaje de la 2ª jornada del Viña Rock, ¡no te lo pierdas!
Todas las fotos que hicimos de esta jornada, ya en nuestro flickr.