En la fotografía: el público emocionado esperando el arranque del concierto de los históricos SFDK. Todas las fotografías por Jordi Laguía Morales
Con una mezcla de dolor de pies, de cabeza y un toque de tristeza, tocaba afrontar el 3er día del Viña Rock.
Me encantaría decir que estábamos nerviosos, que teníamos muchas ganas de vivir el último día a tope y que estuvimos desde primera a última hora y acabamos en un yate lanzando billetes al mar.
Pero la verdad es que no.
Fue un día relajado, día de duchas con agua calentita, lluvia y cierto compañero que se despertó casi a las 16 y que ni con una cacerolada conseguimos levantarle.
Así pues, con calma y un toque melancólico, cuando por el camino comentábamos nuestros conciertos favoritos, llegó el día de cerrar el Viña Rock. Con algunos platos fuertes.
RIOT PROPAGANDA: NOS VEREMOS EN LOS PIQUETES
Llegamos al recinto y, sin dudar un segundo, nos dirigimos al escenario Poliakov, donde empezaba uno de los grupos que más habíamos cantado en la casa jugando a las cartas, Riot Propaganda.
Para quien no conozca a Riot Propaganda, esto era la gira de despedida del grupo nacido de una fusión de Los Chikos Del Maíz y Habeas Corpus. Así pues, sabiendo de dónde surgen, ya estaréis empezando a pensar que es rap transgresor con un tinte muy político muy de izquierdas. Efectivamente es así. Y qué bien suenan.
En la ya sagrada duración de 70 minutos de cada concierto Riot Propaganda dieron un recital en su concierto, una gran energía desbordada en cada tema del grupo, y es que sonaron temones como, por ejemplo, Plata o Plomo, El Miedo Va A Cambiar de Bando o la archiconocida Cambiarlo Todo, con la que consiguieron, incluso, enganchar a gente que nunca les había oído, como fue el caso de mi novia, Salomé, que asintió dando su aprobación al grupo que no paraban quietos sobre el escenario.
Y es que Riot Propaganda se despiden, al igual que La Raíz, esta será su última gira, algo que dijeron en el concierto y dejaron muy claro, diciendo frases como “A partir de ahora, nos veremos en los piquetes”.
La mezcla del rap de “los de la mazorca” con el metal y los sonidos más duros de Habeas Corpus se juntaban a la perfección como si de un buen plato se tratara, dando a las partes más destacadas y destacables de las letras algún que otro screamo y con “un flow del 15” y “más trucos que un skater”, el grupo consiguió que se hicieran pogos hasta en la última fila, algo que se veía a veces en el Viña y me sacaba una sonrisa. En pocos festivales la gente lo vive así.
Si tengo que resumir el concierto de Riot Propaganda o el recuerdo que me llevaré de ellos fue el momentazo de La Huelga, grabación incluida, en el que miles de Viñarockeros se dejaron las voces en uno de los temas más queridos y significativos de la banda, con los puños en alto siempre para despedir a, sin duda, un grupazo que esperemos que vuelvan en algún momento.
Ah, y mi amigo Luis perdió su virginidad de pogo en este concierto. Eso ya se lo llevan los de Riot Propaganda para toda su vida, esperemos que sepan apreciarlo.
AYAX Y PROK: LEVANTA EL PUÑO CALLEJERO

Y de rap a rap, pero completamente distinto.
Aunque compartan género, Riot Propaganda y Ayax y Prok no tienen nada que ver, los gemelos defienden el old school, el rap hardcore, el de “toa la puta vida”, el que nace de la emergencia.
Mentiría si no dijera que este concierto es de lo que más esperaba, aunque más que un concierto de los gemelos, parecía uno de Ayax (lo celebré, adoro a Ayax), algo comprensible, puesto que el lanzamiento que tienen más cercano es el primer CD en solitario de Ayax, Cara y Cruz, que espero con impaciencia, y del que sonaron temazos como Cosa Mía (convertida automáticamente en una de mis favoritas de toda la vida del rapero), y no abandonaron viejos temas como Shakalakalashnikov, La Flauta de Hamelín o la impresionante Mira Tú Que Ritmo, en la que los gemelos demostraron un alto nivel de coordinación, de control del ritmo, del flow y de energía sin parar.
Y es que aunque en su canal de YouTube se especifique en el título quién de los dos ha grabado la canción, en su directo esa diferenciación apenas se hace, en la composición actual (ya veremos cómo será cuando Ayax gire por separado) ambos se complementan y compenetran de una forma única, de verdad, pocas veces he conseguido ver tal complicidad sobre un escenario y creo que nunca he visto algo parecido a nivel nacional.
La ventaja de ser gemelos, ¿no?
Aunque no todo son Fresas con Nata, por desgracia el escenario Sensi Seeds a duras penas podía abarcar la cantidad de público que movían los dos raperos, y al salir del foso me encontré en que no había ningún hueco en la pista central, así que me tuve que colocar en un lateral y… no era el mejor sonido, la verdad, a veces se cortaba, otras no se entendía lo que decían, etcétera. Pero bueno, eso no fue culpa de ellos, todo hay que decirlo.
LA RAÍZ: Y RODÓ LA CORONA POR VILLARROBLEDO
Y cuando parecía que el Viña Rock no podía superar la gran cantidad de público que fue a ver a La Pegatina el día anterior, llegó La Raíz a dar el baño de humildad de nuestra vida.
Como he dicho en los dos anteriores reportajes del festival, el grupo del que más camisetas veíamos con diferencia era La Raíz, siempre, todos los días. Me parecía obvio, no sólo el grupo se despedía de uno de los festis más importantes de España, si no que era el Viña Rock, un festival que les había visto nacer, crecer y, ahora, despedirse.
Sin duda Villarrobledo era una cita rodeada en rojo en el particular calendario de la gira, tanto es así que había promociones especiales, firmas de discos y merchandising… Debería haberme servido para, al menos, imaginarme lo que me podía encontrar.
Pero no, no lo hice.
No quedaba espacio en el recinto del Viña Rock que no estuviera ocupado por gente dispuesta a ver la despedida del grupo.
Como ya es usual en ellos, La Raíz comenzó con la sentida grabación de La Miseria de Sus Crímenes, introducción de su exitoso Entre Poetas y Presos, curiosamente, la canción con ese mismo nombre es la que dio el pistoletazo de salida a uno de los conciertos más locos (para bien) que he vivido.
Repasando las mejores canciones de sus discografías y sus grandes himnos (ya sabéis, Jilgueros, Por Favor, Muérdeles, Borracha y Callejera…) la banda consiguió meterse en el bolsillo a un público que ya de por sí iba muy preparado para disfrutar de La Raíz. Si con Desakato o con Riot Propaganda ya mencioné que había pogos, circle pits y saltos hasta en la última gira, con los cabezas de cartel todo eso subió al siguiente nivel, tanto, que parecía que las filas finales fueran las primeras. No había alma que no saltara, gritara o se uniera a la locura que desató la particular despedida de la banda de Gandía.
Pero todo punto de caos tiene también su punto de peligro.
Las risas y el buen rollo se acabaron por un momento y se convirtieron en una mezcla de indignación, preocupación y enfado, al ver cómo una panda de gente sin mucha idea se subían a una de las torres de sonido, con los peligros obvios de poder caerse en la escalada, que se cayera la torre en sí o que al saltar abajo aplastaran a alguien. Me duele que decidieran realizar esa senda tontería en una de mis canciones favoritas sin duda de la banda, El circo de la pena, que, por desgracia, no pude disfrutar al 100%.
Pero obviando esto, fue un concierto para enmarcar, un ejemplo de cómo contentar a un gran cúmulo de fans que se van a despedir de ti. Tuvieron sus momentos emotivos, no sólo con canciones como Suya Mi Guerra, también dedicando bonitas palabras al que es un festival muy importante para ellos, tuvieron sus momentos más marchosos y su momento épico.
Sí, otra vez voy a destacar el mismo momento que ya destaqué cuando los vi en el MareaRock.
Joder, qué buena es Rueda la Corona.
No sólo es mi canción favorita del grupo, es que el ambiente del concierto la acoge con ganas y todo se convierte en un enorme amalga de saltos, gritos y pogos. Pero es que además en el Viña se hizo esperar, la dejaron para el final, después de desaparecer del escenario y volver para romper la mente (y los pies) de todos los que estuvieron allí.
Les he cogido un cariño especial a La Raíz al final, saben muy bien hacer su trabajo y se nota que lo aman. Con una particular conga para poder llegar a tiempo a ver a SFDK, nos fuimos mientras cantábamos con ellos su Nos Volveremos a Ver.
Eso espero, que nos volvamos a ver.
SFDK: CUANDO LAS EXPECTATIVAS SE QUEDAN CORTAS POR MUY ALTAS QUE ESTÉN.

Ya os hablé un poquito sobre los andaluces en un post anterior. Hoy, en lugar de repasar su historia, os contaré cómo hicieron historia en el Viña Rock.
Es posible, y lo digo sin temor a equivocarme, que el concierto de SFDK fuera el que más expectación y ansias causaba en mí de todo el cartel. No voy a negar que tenía ganas de ver otros conciertos y que me llevé sorpresas bastante positivas con algunos que apenas conocía. Pero SFDK es otro rollo, y de mi mente no podía salir la imagen que me creé del momento en que los viera.
Una hora antes de que diera comienzo el bolo me comían ya los nervios por dentro. Encontrarme a mitad de camino hacia el escenario Poliakov, donde tocaba La Raíz, y rodeados como estábamos por una auténtica marabunta de gente, no veía el espacio suficiente para salir corriendo hacia el Sensi Seeds a tiempo para el concierto de los sevillanos. Podemos decir que se me hizo eterna la espera y a punto estuve de salir corriendo antes de tiempo.
Una vez llegamos al escenario sorteando a gente que iba en sentido contrario al nuestro y siendo empujados hacia delante por cientos, sino algún que otro millar de personas que iban también sin aliento hacia SFDK, tan sólo hubimos de esperar unos pocos minutos para que diera comienzo una de las que, para mí, fue la más potente demostración de ritmo y sentirse a gusto en el escenario.
Un repaso algo menos exhaustivo de lo que me esperaba a su último disco, Redención, pero que no dejó con mal sabor de boca a nadie gracias a la potencia de su directo. Orgullo Banderillero, La Amalgama, Cara B, Lucifer, la impresionante Años Muertos y algunos de sus temas más míticos como El liricista en el tejado, Pruébalo o Bajo el mismo sol hicieron saltar y corear a la inmensa cantidad de gente que abarrotó el escenario a las dos y pico de la madrugada, yo entre ellos, porque ni el frío de aquella noche podía superar el calor que desprendía la espectacular actuación de un Zatu totalmente entregado a sus fans y un Acción Sánchez sorprendente que nos dejó atónitos pinchando sobre una guitarra tuneada para ello.
Además de ofrecer un concierto que, de base ya tenía suficiente para dejar los pies y la garganta destrozada a cualquiera, debo hacer especial mención a dos cosas que, por impresionante o por importante, nos dejaron a todos más prendados de estos dos colgaos.
En primer lugar, el sorpresote. Agua Pasá es un tema alucinante del último trabajo de los andaluces, en el que colaboran con Kaze. Pues bien, para aquellos que todavía duden de la maestría de SFDK para jugar con su público, os voy a contar lo que ocurrió con esta canción en concreto: comienza la base fácilmente reconocible, todo el mundo flipando y a punto de ponerse a cantar el principio del tema (que es la parte de Kaze), cuando de repente Zatu salta con la segunda mitad. Todos los que allí estábamos dejamos escapar un suspiro de decepción, que duró lo justo para ponernos a seguir la letra. Lo que no sabíamos era que, tras el breve trozo instrumental que, se suponía terminaría el tema, apareció Kaze de la nada a poner su grano de arena. Una ejecución apoteósica para un tema potentísimo, que pudo con nosotros haciendo que más de uno perdiese el aliento.
En segundo lugar, y poniéndonos a lo importante ahora, toca hablar de Me queo en mi casa. Uno de los temas que refleja la verdadera esencia de Redención, que seguro ha conseguido que alguien suelte una que otra lagrimilla. Dejando un poco de lado que en el concierto todo el mundo acompañó a Zatu en la letra de este tema, me parece importante dar visibilidad al fin solidario que le han dado. Y es que los sevillanos han querido contribuir como buenamente puedan a la lucha contra el cáncer infantil, destinando todos los ingresos obtenidos por la canción a ello. Por este motivo, os animo, es más, os insto a visitar el vídeo que os dejo aquí abajo, porque todos podemos aportar un poquito a una causa noble que dice mucho del dúo.
Para finalizar con una nota de seriedad, he de reivindicar que no estábamos todos en el concierto, porque faltó alguien muy importante. No era el Niño Güey, que sí estuvo, sino Wifly quién no se atrevió a pasar por el Viña. Está muy feo eso Wifly, espero que aparezcas la próxima vez que veamos a SFDK en concierto.
Un concierto que, seguro, será tan bueno como el que vivimos en la última jornada del Viña Rock, aunque veo difícil, muy difícil, que sea mejor.
(Texto escrito por Ángel Cuesta Gómez)
Nos habría encantado quedarnos después de SFDK, teníamos muchas ganas de ver a NARCO y a Zoo, por ejemplo, pero tuvimos que rechazarlo, pensando que al día siguiente tocaba madrugar para conducir de vuelta a casa.
Aún a día de hoy, toca terminar de recuperarse de la depresión post Viña. Los que hayáis ido alguna vez al festival, sabéis que eso es otro rollo, nosotros, al menos, conocimos a gente encantadora, simpática, atenta, que nos ayudaron en lo que pudieron, dejando sitio para que las personas más bajitas del grupo vieran mejor, recogiendo a los caídos en un pogo ¡e incluso compartiendo sus patatas!
Como bien dicen La Raíz, y esto sí lo digo sin un atisbo de duda… Viña Rock… ¡nos volveremos a ver!
¿Cómo? ¿Todavía no has leído la crónica de la 1ª y 2ª jornada? Anda que…
¡Todas las fotos en nuestro flickr!
Y hay historias destacadas con vídeos muy chulos en nuestro instagram.
¡Espero que os haya gustado!