Por fin llegaba el día de ponerme rumbo a Galicia para disfrutar de la segunda edición del O Son Do Camiño. A diferencia del año pasado, iba sola, lo cual me vendría muy bien para desconectar y combatir el estrés y el agobio diario. También, en lugar de cruzar la península en coche, lo hice en avión. ¡Mucho más rápido y cómodo la verdad!
Fui el día antes del inicio del festival, así aprovechaba para pasear por Santiago, investigar dónde estarían los buses lanzadera y demás quehaceres que se me truncaron un poco al estar lloviendo por la tarde. No obstante, el día fue provechoso y supe improvisar el día por Santiago de Compostela.
Ya al día siguiente, paseo matutino, comer cerca del hostel y caminito y manta hacia el Monte Do Gozo para recoger la pulsera y entrar al recinto. Aquí llega mi primer pero en comparación a la anterior edición. Los autobuses lanzadera no llegaban a la puerta del recinto, si no que te dejaban a cerca de 20 minutos andando cuesta arriba, y lo mismo a la hora de recogerse del festival. Un detalle organizativo bastante debatido por el público asistente al festival y que deseamos que se revise de cara a próximas ediciones. Esto fue un calentamiento por si algún año me animo a hacer el Camino de Santiago.
Una vez pulserada (que por cierto, las de prensa eran de papel) me dirigí hacia la entrada del Monte Do Gozo y… ¡Menuda preciosidad de pórtico se han marcado esta edición, y aún más de noche! Cambié algo de dinero por tuents (de los cuales siguen un par dando vueltas en mi cartera), una vuelta por el merchandising y directa al escenario Galicia para el primer concierto de la edición: Alice Wonder.
Alice Wonder
La joven artista madrileña tuvo el privilegio de dar el pistoletazo de salida al festival. Alice Wonder empezó su carrera artística haciendo covers en YouTube e Instagram. Presentaba en tierras gallegas su álbum debut, Firekid dónde deja entrever su mundo interior, ya que es un disco dónde refleja sus vivencias y experiencias.
Alice tiene una voz muy personal. Su música está dentro del mundillo indie y derrocha talento por doquier. Pese a que prácticamente la totalidad del concierto fueron temas en inglés, que es el idioma que predomina en su música, dos de los momentos más aclamados fueron canciones en la lengua de Cervantes.
La primera de ellas fue Por Si Apareces, un tema compuesto junto a su hermana y que trata sobre engancharse a alguien que te cae mal. La segunda, La Apuesta un tema en el que colabora Guille Galván de Vetusta Morla y forma parte de la BSO del film ¿Qué Te Juegas?
Sin duda alguna Alice Wonder está dando unos pequeños pero grandes pasos en la música indie nacional. Tiene un algo que te engancha a ella y que te hace seguirla de cerca.
Kitai
Hace unos años, Kitai empezaron a seguirme por Twitter y empecé a escuchar su música. No voy a negar la ilusión que me hizo poder verlos por fin en directo y en la primera fila del escenario principal, que no se si sería cosa mía pero no lo recordaba tan alto, motivo por lo que no estuve más en la barrera de dicho escenario.
Pese a que apenas eran las 5 de la tarde, había bastante gente que no quería perderse a la banda madrileña que siguen presentando su álbum Pirómanos. Un escenario vestido de rojo les daba la bienvenida a los rockeros y el público apenas tardó 3 temas en empezar a hacer pogos. Un arranque en el escenario principal dónde evidentemente no faltaron H2O, Fuego En La Radio y Riviera Maya, ambas muy aclamadas por el público allí presente.
Además, Kitai se marcaron su propia procesión de Jueves Santo al lanzar un reto al público: Elevar a Deiv (el batería de la banda) a una plataforma y este tocaría la batería mientras el público lo paseaba como si de una procesión se tratase. ¡Y vaya si lo consiguieron, al ritmo de Misión Imposible! ¡Menuda brutalidad!
Molina Molina
¿Cómo definimos a Molina Molina? Polifacético, intérprete, cantante y compositor. Así es Pepe Molina. Llevó a tierras gallegas la presentación de La Gran Esperanza Blanca. Él solo, y únicamente con su guitarra en mano, salió al escenario Galicia a deleitarnos con un gran directo.
Tiene un estilo muy personal y que cuesta definir, pero si hay una cosa clara: Engancha, es enérgico y transmite muy buen rollo. En La Gran Esperanza Blanca vemos a Molina Molina en su estado más natural y eso lo traspasa al escenario. Allí repasó los temas más importantes de su carrera y dónde no pudieron faltar Oz, He Vuelto a Casa, su colaboración con Iván Ferreiro, y Contradicción dónde también podemos escuchar a Alberto Jiménez de Miss Caffeina y que podemos considerar el gran hit del granadino.
Hubo un tema que me enamoró en directo y que únicamente recuerdo una frase que decía: ‘No te mereces otra explicación’ y que no he encontrado en su discografía. Si alguien la conoce, ¡que nos lo diga por favor!
Por cierto, después del concierto pude conocer a Molina Molina y ¡Es un amor de persona! Muy cercano y humilde, incluso nos mandó un saludo a La Musikalité. Mil gracias por tu tiempo. ¡Ya sabes que estaremos encantados de cubrir algún concierto tuyo y entrevistarte en cuanto surja la ocasión!
Royal Republic
Otra sorpresa de la primera jornada. Había escuchado muy poco de ellos, pero varias personas me recomendaron no perdérmelos por que tienen un directo muy bueno. Lo corroboro.
La banda sueca de rock alternativo presentaba su más reciente álbum, Club Majesty, frente a un público que rápidamente conectó con ellos en cuanto empezó Fireman & Dancer. Uniformados todos ellos con americana roja, camisa blanca y pantalón negro, dieron rienda suelta a un directo divertido, con temas rock, algunos algo ochenteros, pero con una base que te animaba a no dejar de moverte. La pantalla principal del escenario era únicamente el nombre del grupo con el título del disco pero con unos tonos blanco, rojos y lilas que le daban un toque muy limpio y que no le restase protagonismo a la banda.
No se dejaron temas importantes en el tintero. Tommy-Gun en directo suena espectacularmente bien, así como la cover que se marcaron del Battery de Metallica. El cierre corrió a cargo de Baby, otro de sus hits más aclamados.
Second
Otros de los artistas que más ilusión me hacia ver en el festival. Si bien es verdad que los descubrí hace unos 10 años con Rincón Exquisito, pero tuve un flechazo muy fuerte cuando lanzaron Anillos y Raíces, uno de mis álbumes nacionales de 2018.
La banda liderada por Sean Frutos llegaban a Galicia después de varios años sin pisarla, tal y como comentaban ellos. Una gran cantidad de personas se habían concentrado en el escenario Galicia para escuchar los nuevos temas de los murcianos, así como otros de su carrera. El escenario lo vistieron con unas teles que según el tema que tocasen la banda, se iluminaban con el logo de la banda o con algunos patterns para darle algo de vida al escenario.
Los murcianos supieron aprovechar los 50 minutos que tenían en el escenario con un setlist cuidado y dónde tuvieron cabida sus hits Rincón Exquisito, Nueva Sensación o 2502. Quizás la parte negativa fue que únicamente tocaron 2 temas del nuevo álbum (En Otra Dimensión y Mira A La Gente, que respectivamente abrieron y cerraron el concierto), pero Second supieron jugar las cartas de estar en un festival y tocar esos temas que la gente podía corear sí o sí, tarea que superaron con éxito.
A nivel personal, se me hizo muy corto y me dejaron con ganas de verlos en sala la próxima vez que se pasen por aquí.
Richard Ashcroft
Cuando pensamos en britpop, nos vienen a la mente Oasis y Blur. Nos olvidamos muchas veces que otras bandas como Pulp o The Verve también marcaron una época. Precisamente, Richard Ashcroft fue el vocalista de The Verve. En esta ocasión, el británico presentaba su álbum Natural Rebel lanzado al mercado el pasado año.
Ashcroft salió solo, sin ningún tipo de banda ni apoyo escenográfico al escenario principal, con guitarra acústica en mano y pantallas del escenario apagadas empezando con Sonnet de The Verve. Demasiado minimalismo que a priori quedaba soso y que pensábamos que iba a cambiar a lo largo de su directo, pero no. Durante todo el concierto, se limitó a tocar la guitarra, apenas sin interactuar con el público. Salvando distancias, un rollo Noel Gallagher pero con mucha menos actitud y muy insulso.
La calidad musical de Richard es innegable, pero el concierto fue muy lineal e incluso algo soso. Prácticamente el 70% del setlist fueron temas de su exbanda y el momento más destacable de su directo fue sin duda Bittersweet Symphony dónde el público despertó y empezó a corearlo como si no hubiese un mañana.
Bastille
Llegaba el momento del primer plato fuerte del festival de este año. Era la tercera vez que podía disfrutar de Bastille (cada vez los he visto en un tipo diferente de recinto) y la verdad que me hacía muchísima ilusión de verlos en un festival. Además, ellos salían al escenarios apenas 3 horas antes que Doom Days, su nuevo trabajo, saliese a la venta.
Empezó a sonar Quarter Past Midnight y el Monte Do Gozo enloqueció. El escenario era muy similar al que trajeron a Razzmatazz, así que más o menos intuía que el setlist iba a ser prácticamente igual, pero con menos ‘relleno’. Dividieron el concierto en 3 ‘acts’, siguiendo una conceptualidad del directo y sin dar tiempo a respirar, fue una hora y cuarto temazo tras temazo.
En el primer bloque, Still Avoiding Tomorrrow (protagonizado por temas ya conocidos), tuvo lugar el primer momento locura del concierto en cuanto empezó a sonar Happier y yo no pude evitar mandarle a nuestro Jordi un vídeo del momento. Tras Flaws con paseo de Dan entre el público bailando y saltando, empezaba Those Nights. Este act tenía un corte algo más lento y con World Gone Mad y el momentazo de Dan tirado en el sofá de Doom Days.
Dan marcó el tercer bloque: The Morning Doesn’t Reach Us, dando vueltas sobre un vinilo gigante al ritmo de Joy. A partir de aquí y hasta el final del concierto, el público no paró ni un segundo para respirar. No podemos describir el fiestón que se montó con Of The Night y Pompeii, es imposible.
No se dejaron ningún hit y el setlist fue infinitamente mejor que el que pudimos ver en Barcelona, con mucha más coherencia y ritmo, que era la gran pega que vi en aquella ocasión. Tras acabar, llegué a una conclusión: Bastille son una banda con un directo muy bueno y son más de festivales que de salas.
Beret
Tras el subidón con Bastille, necesitaba recargar pilas, así que me dejé caer por la zona de prensa para tomar 4 notas y beber algo antes de que empezase Beret. Si bien me perdí físicamente los primeros minutos, al estar la zona de prensa pegada al escenario Galicia, pude escucharlo perfectamente desde el minuto 0. Mi sorpresa fue cuando salí y vi que allí no cabía más gente.
Javier Beret está en su mejor momento profesional. Aunque su primer trabajo fue lanzado en 2015, ha sido recientemente cuando el público general se ha fijado en él. Con una voz muy personal y grandes letras que hacen reflexionar. A destacar sobre todo Bala Perdida, una canción dedicada a esas personas perdidas en la vida, cuando estamos sin rumbo ni saber hacia dónde ir y su gran hit: Lo Siento. Este fue coreada por todo el mundo como si no hubiese un mañana y uno de los momentos más emotivos de esta jornada inaugural.
Ya al acabar Beret, vi que era el momento de marchar hacia el hostel. Tenía por delante un buen rato hasta llegar (cerca de 50 minutos de puerta a puerta) y había que racionalizar fuerzas para aguantar bien todo el festival.
En resumen, una primera jornada dónde me dediqué a ir de un escenario a otro, de descubrir la letra pequeña del cartel y de muy buenas sensaciones. Esto no había hecho más que empezar. ¡Mañana os cuento la segunda jornada del festival!
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