Ramon Aragall y la portada de Un grito descomunal | Foto: Alicia Música | Portada: Clara Orozco
¡Ya lo tenemos aquí! Esta pasada semana pudimos escuchar al completo Un grito descomunal, el nuevo trabajo discográfico de Ramon Aragall. Este tercer trabajo, contrasta al huir de un larga duración. En esta ocasión, el artista barcelonés nos presenta un EP, el cuál ha sido financiado a través de una exitosa campaña de Verkami. Un grito descomunal (Autoditado, La Cúpula) contiene 5 historias llenos de lírica introspectiva.
Al margen de su andadura en solitario, Ramon es baterista en directo de Cepeda y de Els Amics de les Arts. Es un artista polifacético, sin duda alguna. Vamos a destripar ese grito descomunal.
Lento
Abre el EP un tema con unos sonidos que casi podríamos denominar tribales. Lento trata sobre la inseguridad: ‘escucharme sin parar y desnudarme sin remordimientos, si supero el miedo a fracasar, ya no importa más ser el primero’. ¿Quién no se ha sentido así alguna vez? Momentos de frenar en seco, reflexionar, analizar…
Yo te entiendo
La carta de presentación del EP. Cuando salió a la luz le dedicamos un espacio aquí en nuestro medio y reafirmo: es un tema que te atrapa de manera descomunal. Un instrumental que te arropa, que siguiendo la línea de Lento, te evoca al autoconocimiento y a la reflexión. Incluso de cuestionarte si estás haciendo lo correcto, pero a su misma vez te invita a vivir el momento, algo más que necesario hoy día. Esas canciones que las escuchas y te sientes reflejadx.
Un grito descomunal
La pista central, posiblemente sería lo más parecido a un hit que encontramos en el EP, por su estructura y ritmo. Te dan ganas de hacer unos coros, esos matices con la batería… La homónima un grito descomunal es un puñetazo en la mesa en todos los aspectos. Como él mismo dice, será el oyente quien lleve el tema hasta el lugar dónde se siente identificado. Y, qué queréis que os diga, eso es lo bonito de la música. La subjetividad de poder llevarla donde te sientas ‘en casa’. Aquí Ramon muestra la faceta que conocimos en Kamikaze, su anterior álbum.
Creo que lo voy a estropear
Un instrumental contundente, bases rítmicas rápidas… Todo ello te evoca sin lugar a dudas al caos. Creo que lo voy a estropear es un tema que trata del paradigma del sarcasmo y del cinismo. Te mantiene los 4:15 minutos en tensión, en momentos de darlo todo, de coger el toro por los cuernos y de enfrentarse a lo que venga, sin tener en cuenta las consecuencias.
Que fluya sin más
Después de la tormenta, llega la calma. Tras el caos, cierra el EP Que fluya sin más, una oda que narra la necesidad de vivir siempre el ahora. El piano y la batería son los protagonistas absolutos en un un corte dónde la voz de Ramon adquiere mucha presencia y suena más limpia que en otras pistas de Un grito descomunal. Además, también destacan los sintes que se incorporan en determinados momentos del tema.

Rápido: sucumbid, disfrutad, se os acaba el tiempo. Estas son las palabras con las que Ramon nos invita a escuchar los 21 minutos que componen el EP. 5 temas con diferentes tramas y composiciones, pero que conforman un todo. Conocemos al Ramon Aragall multinstrumentista, más allá de la batería. Él mismo se ha encargado de grabarlo, producirlo y mezclarlo (junto a Andrés Gallego), lo cual es un valor añadido al EP. El mastering, corrió a cargo de Víctor García. Todo ello, en el BeeOne Studio de Barcelona, su estudio propio.
El próximo jueves 3 de junio, Ramon presentará Un grito descomunal en el Centre Artesà Tradicionarius de Barcelona. Y no estará solo, lo acompañarán sobre el escenario Rubén Alcázar, Edu Martínez, Jordi Bastida y Dani Ktna. Si quieres asistir al concierto, puedes conseguir tu entrada en este enlace.