Miss Caffeina | Foto: Esther Cobos
No hace ni 24 horas que, desde La MusiKalité, estuvimos nuevamente en Fes Pedralbes. El jueves tuvimos a Jaume con Pablo López y en esta ocasión, una servidora en el inicio de la Gira Unplugged de Miss Caffeina. No es ninguna mentira que en esta casa les tenemos mucha estima a los madrileños y, siempre que se nos presenta la ocasión, ahí estamos para disfrutar del gran directo de la banda. Parece que hace ya una eternidad que los vimos en la sala Razzmatazz junto a Varry Brava con el proyecto Dancetería, pero únicamente tenemos que remontarnos a finales de febrero. Esta vez, por culpa del COVID, los abrazos y el estar pegaditos en una sala, lo cambiamos por mascarilla, gel hidroalcohólico, distancia de seguridad, asientos numerados y aforo reducido. Y, por qué no, unas chapas con el logo de nuestro humilde medio. En próximos conciertos ya veréis también la camiseta que nos hemos hecho, pero ayer la ocasión y la ubicación acompañaba a ir algo más arreglados.
No vamos a quejarnos, porque, hasta hace unas semanas, ni se nos pasaba por la cabeza pisar un concierto en meses. Así que no podíamos dejar pasar la oportunidad de descubrir cómo Miss Caffeina pasan de derrochar energía en el escenario a llevar su discografía a un punto más acústico. Para más inri, siendo la cita barcelonesa la primera parada de la gira. La intriga, y los nervios, para el que ha sido mi primer concierto post confinamiento, eran más que evidentes.
Cogí el coche y por primera vez en 4 meses, me dirigí a Barcelona. Al entrar al recinto del concierto, justo delante del mismo Palau de Pedralbes y llegar a mi asiento, presté atención a la música que sonaba: El Testigo de Egon Soda, Rio Wolf de Rufus T. Firefly y Es Suave La Voz de Mi Capitán, entre otros temas muy buenos que sonaban mientras el público iba entrando escalonadamente. Me fijé en el escenario, muy sobrio con solo unos focos y los instrumentos de la banda. Se hacía raro no ver el escenario de Oh Long Johnson o Dancetería, pero seamos sinceros, el show que se nos acercaba, no necesitaba neones. El escenario estaba encima de un pequeño estanque y le daba un toque muy elegante y diferente.
Aproximadamente 10 minutos después de la hora prevista, sonaban los primeros acordes de Modo Avión. Alberto, Álvaro, Sergio, Toni y Nacho salieron al escenario con una vestimenta muchísimo más sobria que en anteriores conciertos. Primer indicio de que sería una noche muy diferente a lo que la banda madrileña nos suele ofrecer. No obstante, Modo Avión ya de por si es un tema tranquilo y sonó igual que en Motor City Show (si no lo habéis escuchado en Spotify, ya tardáis). Oh Long Johnson, con muchos cambios, fue la siguiente que nos ofrecieron. Por la situación actual, hay algunas frases de las canciones de Miss Caffeina que cobran un nuevo significado: ‘(Contigo) Con vosotros sabe mejor el lado oscuro’, o ‘Venimos del mismo lugar, de un año de mierda’ de Venimos, uno de esos temas en los que te dejas la vida coreándolo en determinados momentos. Uno de los matices que más me gustan de dicha canción es el inicio con los teclados de Sergio. ¡Sublime!
Las luces se volvieron verdes y lilas, así que solo podía significar que viajábamos a Detroit. ‘Soñar es peligroso’, pero en Pedralbes estábamos muy seguros mientras Miss Caffeina le daba un enfoque diferente a Detroit, bastante más tranquila y sin tanta presencia de sintetizadores. Al acabar el tema, Alberto se dirigió al público. Confiesan que están muy nerviosos al ser el primer concierto que dan tras la pandemia y nos pidió al público asistente que cantásemos fuerte y nos dejásemos la piel. Es verdad que el público estaba muy cortado, nadie se levantaba de sus sillas y apenas cantaban. La nueva normalidad está demasiado reciente. Para una ocasión tan especial, los madrileños rescataron un tema con cortes lentos de su primer trabajo: Mi Rutina Preferida, producida por Ricky Falkner. Tras el speech de Alberto, costaba aguantar las lágrimas. ‘Donde a veces siempre duele, donde cuesta respirar’. La situación que estábamos viviendo era muy rara e impensable un mes atrás. Al acabar, comentaron que recordaron que uno de los últimos conciertos antes del confinamiento fue Dancetería junto a sus amigos de Varry Brava en Barcelona y que estaban muy emocionados al ser todo tan diferente ahora. Como se suele decir, un tiro en el pecho duele menos.
Se venía una sorpresa. Tras descartarla en el tour Oh Long Johnson por que no acababa de encajar en el setlist, llegaba Ausentes Presentes. Es el tema más relajado del último trabajo de la banda y suena muy delicado e íntimo en directo. Y las sorpresas no acaban aquí. Nadie vio venir Tormento, pero mucho menos como la adaptaron a este nuevo formato y que enlazaron con Capitán. Presentaron una versión muy rara y sorprendente con unos aires flamencos y castizos únicamente con Sergio a la guitarra acústica, Alberto en voz y Álvaro y Toni dando palmas y con muchas miradas cómplices entre ellos 4.
Volvimos a Oh Long Johnson, pero esta vez con Calambre, prácticamente sonando igual que siempre, pero con algo más de sintetizadores. No pude evitar acordarme de nuestro boss Jordi y le mandé un vídeo para que los disfrutase, aunque fuese a distancia. Siguiendo en el mismo álbum, con El Gran Temblor, Sergio tuvo su momento estrella al principio del tema.
Llegaba un momento bastante gracioso. Alberto se dirigió al público para explicar que, con el lago del recinto, les recordó a él y a Sergio una vez que fueron a ver a Alejandro Sanz al parque de atracciones de Madrid y bromearon que se sentían un poco como él, a lo que el público estalló en risas. Volvieron a comentar que era una gira muy especial y que, tras ella, estarían un tiempo parados, así que querían ofrecernos cosas diferentes. Siguieron con las anécdotas para presentar el siguiente tema. Todos sabemos que les gusta hacer alguna cover de temas de los 80’s-90’s y llevarlas a su terreno, como Freed From Desire o (I’ve Had) The Time Of My Life. Esta vez, pero, van un paso más allá y se atreven con un clásico de Whitesnake: Is This Love. Alberto la descubrió viendo Pose y al mostrársela al resto de la banda, le dijeron que si él no escuchaba Kiss FM. Para ser un tema totalmente opuesto al estilo de la banda, le hicieron justicia tanto con los arreglos, cómo a Alberto a nivel vocal y, sobre todo, me encantó el solo de guitarra de Álvaro.
El Rescate lo llevaron a un nivel que pega mucho para la BSO de alguna serie, y nuevamente, los solos de Álvaro me encandilaron. El escenario con luces verdes y azules daba paso a una de las canciones que más he disfrutado en directo las dos veces anteriores que los vi en directo: Cola de Pez-Fuego. Y aquí sí que voy a ser algo más crítica, ya que lo mejor de este tema es la fuerza y garra. Por lo cual, en este formato quedó bastante plana y genérica, distando bastante de la original o la enorme versión con Javiera Mena y La Casa Azul. Toni, Nacho y Álvaro abandonaron el escenario y Sergio y Alberto se dirigieron con la guitarra acústica al borde del escenario dónde se sentaron para deleitarnos con el momento más íntimo y sincero de la noche. Eres Agua, únicamente a guitarra y voz: ‘Pinté a mi alrededor un perímetro de seguridad’… Qué real y qué sincero sonó en ese momento. Piel de gallina solo al recordar ese momento tan especial y que parecía que estaban interpretando el tema únicamente en una sala pequeña delante de ti y no en un concierto. Tras finalizar, el resto de la banda volvió al escenario para interpretar ¡Oh! Sana, tema que trata sobre cómo la religión ve la homosexualidad y del que tienen una versión muy interesante con Iván Ferreiro. Algo que me sorprendió en este formato, son los tintes tirando a la música de las películas western. Pese a que el concierto estaba ya bastante avanzado, al público le costaba ser partícipe del mismo.
Cada vez que escribo sobre Miss Caffeina, acabo diciendo que el álbum Detroit me flipa y me arrepiento bastante de que en esa era, no era seguidora de la banda, ya que me habría encantado vivir un concierto de esa gira. Ácido, tema de dicho álbum sonó prácticamente como la conocemos y por primera vez en todo el concierto, el público se levantó de las sillas a bailar delante de la misma y con distancia de seguridad. Alberto recreaba parte de la coreografía tan característica del videoclip y Toni y Álvaro tuvieron su mítico bridge del tema dónde se dejaron la piel. El público ya se quedó de pie para apuntar dónde Prende, con un sonido más limpio del que encontramos en Oh Long Johnson. Alberto agradece al público la asistencia y se despiden haciendo mención a los fallos y las cositas del directo que han tenido a lo largo del concierto. Merlí, tema inspirado en la serie homónima y compuesto por Sergio, fue el tema encargado en poner el punto y aparte en esta primera parte del concierto.
Miss Caffeina abandonaron el escenario y en apenas un minuto volvieron para los bises. Mi amada y adorada Reina sonaba muy delicada. Hace un par de semanas lo lanzaron como último single de la era Oh Long Johnson junto a Rozalén. Esta canción trata sobre el bullying y se complementa a la perfección con Calambre. La primera se narra desde el punto de vista de la víctima y Calambre desde el acosador. Tenía esperanza de escuchar ambas seguidas, pero no pudo ser. Como no podía ser de otra manera, la última tenía que ser el himno: Mira Cómo Vuelo, mi favorita de ellos y un tema que levanta el ánimo a cualquiera. Para mi sorpresa sonó prácticamente igual que siempre, y el público lo agradeció, saltando y bailando como podía.
Las luces se encendieron desatando la locura: Sonaba Dancetería – Aquí Nadie Sabe Tu Nombre y no pudimos contenernos en cantar y saltar mientras unos agradecidos Miss Caffeina se despedían del público y abandonaban el escenario.
Miss Caffeina, así como en general, una infinidad de artistas, managements, backliners, técnicos, promotoras, recintos… se están reinventando y adaptando a contrarreloj en esta nueva normalidad para ofrecernos música en directo, la cual cosa, es de agradecer. Mi primera toma de contacto ha sido Fes Pedralbes y Miss Caffeina, y la verdad, se ha superado con creces. Durante todo el concierto tuve una sensación rarísima por estar en Pedralbes y acreditada, cosa que hasta hace unas semanas, veía imposible.
Si esta es la nueva normalidad de los conciertos, bienvenida sea. No concibo estar meses sin pisar conciertos, sin mi ‘terapia’, sin Mi Rutina Preferida. Seamos sensatos y tomemos precauciones, pero no dejemos que la música en directo deje de sonar.