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[Review] ‘Simulation Theory’ de MUSE: De cuando «Alternativo» ganó a «Rock»

Parece que Muse ha estandarizado su frecuencia a la hora de lanzar álbum: uno cada tres años. 2003 nos regaló Absolution, 2006 nos obsequió con Black Holes and Revelations, 2009 trajo The Resistance, en 2012 llegó The 2nd Law y 2015 fue el año de Drones. Hoy, en 2018, llega el turno del octavo trabajo de estudio del trío británico. Es el momento de hablar del recién estrenado Simulation Theory.

Pongámonos un poco en precedentes. Tras las quejas que produjo The 2nd Law en la siempre exigente «comunidad Muser», los de Teignmouth tomaron la decisión de rescatar sus raíces rockeras, lo que significó la llegada de Drones. El disco dejó un regusto generalizado de conformidad en su legión de seguidores. No era una masterpiece, pero incluía temas de peso (Psycho, ReapersThe HandlerThe Globalist…) que demostraban que Muse todavía sabía tocar duro, muy duro.

La gira que acompañó al álbum, el Drones World Tour , dio el pistoletazo de salida en noviembre de 2015 y, entre conciertos propios, festivales y posteriores actuaciones incluyendo algunos singles de su nuevo disco, llevó a la banda a casi tres años de poco descanso hasta el Rock in Rio Lisboa de junio de 2018. Ahí es nada.

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Uno de los conciertos en Londres del Drones World Tour. F: muse.mu

Pero aún son jóvenes, y para entonces, los ingleses ya llevaban tiempo trabajando en el estudio aprovechando los respiros que les permitía la maratoniana gira. Un trabajo que se finiquitó en verano, quedando todo listo para su lanzamiento el pasado 9 de noviembre.

No obstante, siguiendo un formato distinto al habitual, Matt, Chris y Dom fueron lanzando temas sueltos de Simulation Theory con mucha antelación, incluyendo algunos de ellos en conciertos mucho antes de la llegada oficial del álbum. Más adelante profundizaremos en ello, pero Dig Down vio la luz en mayo de 2017, Thought Contagion en febrero de 2018, Something Human en julio, The Dark Side en agosto y Pressure en septiembre. Ya veníamos sobre aviso. Pero no me enrollo más. Vamos al lío. Como publicó Bellamy el citado 9 de noviembre: «Welcome to the Simulation«. Bienvenidos a Simulation Theory.

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ALGORITHM

Abrimos con toda una declaración de intenciones. Algorithm es la encargada de inaugurar el octavo trabajo de estudio de Muse. Pesada percusión electrónica y sintetizadores espaciales. Detalles de piano se van sumando a la pieza. Minuto y medio tarda en en aparecer la voz, que mantiene la dinámica apocalíptica. «We are caged in simulations», canta Bellamy. El tema avanza con un estribillo en el que por fin oímos la guitarra, que da unos pocos acordes muy marcados. Más sintes, más voz desgarradora, nuevo estribillo, finaliza el tema. Dudo que alguien haya podido escuchar esto por primera vez y no necesitar al menos una segunda o tercera escucha para ir obteniendo conclusiones. Los británicos dejan claro que les apetece experimentar y jugar con el sonido ochentero del que tanto hablaban en sus entrevistas prelanzamiento. Mal comienzo para los amantes de la Manson de Matthew Bellamy. Adjunto videoclipazo protagonizado por don Terry Crews.

THE DARK SIDE

Huelga decir que la canción engancha bien con el segundo corte. The Dark Side, uno de los singles, entra más en la definición de canción normal de Muse. Una estructura más al uso y una línea vocal en la estrofa que a más de uno nos recuerda a la magnífica Space Dementia. Eso sí, los de Devon nos recuerdan que esto es 2018 y no 2001 con el sonido electrónico que sigue reinando en el instrumental. Es cierto que al principio el tema suena algo descafeinado, pero es de esos que van ganando con las escuchas y que en directo peta (doy fe de ello), con un «Break me uuuuuup, break me uuuuup, let me fleeeeee» descaradamente compuesto para el voceo del público en directo.

Y hablando de directo, llegamos a (recuerdo que esto es mera opinión) mi tema favorito de este Simulation Theory, el preferido también por el trío inglés para tocar en live. Y con otro gran vídeo sembrado de referencias a películas ochenteras, de nuevo protagonizado por Terry Crews. Es el turno de Pressure. ¿Casualidad que sea quizá la única canción del disco en el que manda la guitarra y los instrumentos no están cubiertos de una capa electrónica?

PRESSURE

Empezamos con un punteo de guitarra que descansa sobre una base de vientos (arriba los vientos siempre, joder) y que fluye sobre la línea de voz de Matt. La pieza se va desarrollando hasta que llegamos al preestribillo, y con él, el mejor riff del puto álbum (y casi el único). Muse en estado jodidamente puro: guitarra sola y cargada de fuzz, para luego bajar una octava y entrar en comunión con bajo distorsionado y batería. Bumm, en toda la cara. Tomaos una pausa en la lectura y poneos bien alta esa puta maravilla. Y si es en directo, tanto mejor.

Esa gozada desemboca en un estribillo en el que las notas de guitarra pasan de menor a mayor, dándole un aire más alegre a la composición y con unos coros de Chris que a buen seguro serán coreados (valga la redundancia) cada vez que oigamos la canción en directo (espero que a menudo). Capítulo aparte merece la letra, dedicada con toda la intención a aquellos seguidores que no asimilan que OriginAbsolution y demás obras maestras no volverán, que no aceptan que a Muse le gusta experimentar y que ahora, para bien o para mal, están más volcados en su lado «alternativo» que en su lado «rock».

«I’m trapped and my back’s up against the wall (…) I see no solution or exit out (…) The pressure’s growing exponentially (…) Don’t push me, let me get off the ground (…) Don’t stop me, I need you out of my head, you’ve got me close to the edge (…) I’m feeling the pressure, I can’t break out, no one can hear me scream and shout. Get out of my face, out of my mind, I see your corruption I’m not blind».

Especial atención me llama esta última. Parece que no son tan ajenos al perenne ejercicio de crítica sistemática los pseudofans con sus cacareados «Origin era mejor«, «A ver qué mierda sacan» y demás tópicos. A aquellos que disparan bilis sin haberse molestado en prestar atención de verdad al material (o sin tener ni idea directamente) y un largo etcétera. Matt puede ser un gran flipado, pero Muse debe ser uno de los grupos con peor fanbase del mundo. Neh. Debe ser extenuante enfrentarte continuamente a eso, aunque también os digo que yo preferiría sufrirlo en uno de los coches Thunderbird de Matt.

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Matt en uno de los citados Thunderbird. F: Zimbio.

PROPAGANDA

Dejemos ya Pressure. Pasamos a otro de los impactos del disco. A mi juicio, el que más en shock te deja (y esto es mucho decir) después de la primera oída: Propaganda. 10 segundos de ¿metal? con una voz soltando regüeldos (supuestamente dice «propaganda») hasta que todo se desvanece. Y… ¿qué pasa aquí? Percusión de nuevo procesada con chasquiditos en lugar de caja (agh), bajo desaparcibido y una guitarra acústica ahogada al fondo. Y Matt… Matt tratando de cruzar con la voz a Michael Jackson y a Prince mientras busca dotar de rollito semierótico al tema. Ambas partes, metal y sexy, se van intercalando con un solo de guitarra acústica (delicioso, he de decirlo) a mitad. Y fin. Wow.

Ya me he escuchado el tema veces y veces y mis sensaciones se siguen chocando. La primera vez, tras recuperarme de la embolia que me causó, me pregunté: «¿pero esto qué mierda es?». Y tengo que decir que, escucha tras escucha y leyendo la letra (habrá quien me mate por esto) me va gustando cada vez más. Porque es que al final es pegadiza de cojones. Ni de lejos a la altura de los grandes temas del trío inglés, pero tiene su puntillo. Recomendable escuchar el tema con la letra enfrente, mejora considerablemente la inmersión en su atmósfera. Sin embargo, no puedo evitar preguntarme: «¿Esto es Muse?«. Porque sí, les gusta experimentar y demás pero… igual esto es excesivo. O no. Yo que sé. Cada uno que se forme su opinión. Lo que está claro es que esta Propaganda no va a dejar a nadie indiferente.

BREAK IT TO ME

Y que siga la locura. Break it to me mezcla rock moderno (una vez más percusión procesada), algo de pop, melodías asiáticas (mucha atención a la ida de olla de la voz con la distorsión) y una especie de solo final de DJ que a buen seguro terminará haciendo Matthew con la guitarra (como ocurre con Unsustainable) con algún que otro sinte de fondo. Otro tema de estos que de primeras no sabes por donde coger. Otro tema de estos que tendrán miles de detractores y miles de amantes de lo alternativo. Personalmente, se me plantea de nuevo la duda: «No está mal en lo suyo pero… ¿mmmMuse?»

SOMETHING HUMAN

Eso es algo que no ocurre con la siguiente canción del disco, que es, directamente, floja. Something Human es una baladita que también salió como single, que tiene un videoclip acojonante, guapísimo… pero que no tiene ni chicha ni limoná. Se agradece la guitarra acústica, pero no. No cuela esta vez, amigos.

THOUGHT CONTAGION

Peeeero calma todos, volvemos arriba. Thought Contagion vio la luz como segundo single de la camada. Buen ejemplo de que, a pesar de todo, Muse no ha perdido su versión pesada.

Soy mucho más fan del directo de este tema que de la versión de estudio. Aquí arriba lo tenéis en La Cigale. A mi juicio, pierde mucho el sonido que se le ha dado en la producción respecto a la fuerza de los instrumentos en el estado puro del live. Voy más allá, la he podido ver ya en concierto un par de veces y me recuerda a ese temón que es Fury. Y también es verdad que los coros del tema no pueden estar hechos más aposta para que el público los entone a grito pelado, especialidad de la banda inglesa. De lo mejor del disco.

GET UP AND FIGHT

Quiero dejar claro una última vez que todo esto es mera opinión. Y, a oídos de un servidor, Get Up and Fight es lo peor que he escuchado jamás de Muse. Si no supiera que es suya y llegara alguien y me dijera que la cantan los Jonas Brothers y forma parte de la banda sonora de Camp Rock o de alguna «serie» (por decir algo) para preadolescentes de Disney Channel, juro que me lo creería. No quiero tocar más este tema ni mucho menos sesgar a nadie. Habrá a quien le guste y a quien no. Juzguen ustedes mismos.

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F: Muse.

BLOCKADES

Blockades es, por contra, uno de los puntos fuertes de Simulation Theory. Matt y Chris se mueven sobre una línea de batería que ya le oímos a Dom en Map of the ProblematiqueNeutron Star Collision. Y tras un suave preestribillo llega la cebada. Bombo a medio tiempo, en este caso con Stockholm SyndromeMercy como precedentes (perdón, ya paro con la batería, deformación profesional), siempre dotando de fuerza y pesadez a la pieza, y chorro de epicidad como sólo Muse sabe con unos interesantes coros en falsete dando la réplica a Matt. El solo es de las pocas partes del disco en las que de verdad oímos a la guitarra hacer lo suyo. Y a pesar de sus partes no originales, el corte cuenta con la mejor batería del álbum. Gran tema con el que podemos oler sutiles y nostálgicos aromas procedentes de Absolution y Black Holes and Revelations.

DIG DOWN

El primer single del octavo disco de Muse lo pudimos escuchar casi año y medio antes de la llegada de éste, allá por mayo de 2017. Después de la fuerza de DronesDig Down dejó, en primer lugar, al ser una balada, algo frío al público. Pero generó algo peor, una sensación generalizada de «pero si esto no es nuevo. Esto es Madness«.

Y es que el corte es prácticamente clavado al single de The 2nd Law. Bajo con pantallita de Chris, percusión minimalista electrónica de Dom y Matt cantando suave. Se avanza con alguna palabra clave con coros (maaaaaaadness/dig doooooooown), la guitarra rompe la inercia y todo desemboca en un outro desgarrado con Matt derrochando voz, Chris pasando a las cuatro cuerdas y Dom a la batería de verdad. Y fin. A decir verdad, podrían haberse esforzado un poco en variar algo, pero no. Centrándonos en lo musical, la canción tampoco es nada del otro jueves. Es sosilla y en directo, más allá de los coros para el público, no engancha. Mucho más recomendable la versión gospel de la edición Deluxe. Magnífica.

THE VOID

La nunca fácil tarea de cerrar el disco es cosa de The Void. En esta ocasión, los británicos siguen su proceder habitual de clausurar sus álbumes con un tema pausado, lento, de producción muy trabajada. Hate This & I’ll Love You en ShowbizMegalomania en el OriginRuled by Secrecy en Absolution, la trilogía Exogenesis en The ResistanceIsolated System en The 2nd Law y Drones en el trabajo homónimo. La excepción es la tremendérrima obra maestra de Knights of Cydonia, encargada de poner punto final a Black Holes and Revelations. Insuperable. No recuerdo ahora mismo semejante animalada de temón para terminar un disco. Si a alguien se le ocurre algo, os leo en los comentarios.

Vamos al turrón. The Void es un gran, gran tema. Cuesta bastante ir captando cada detalle porque es que con cada escucha descubres algo nuevo. La producción, minuciosa hasta el extremo, es fantástica. Impregnada de ese cariz apocalíptico tan propio del trío inglés, la constante de la canción es un oscuro «They’re wroooong» entonado por Matt. Tiene algún pasaje espacial perfecto para pegarte un buen viaje psicodélico (breve, eso sí) que recuerda vaga y lejanamente a las idas de olla de los maestros del género, como King Crimson o Pink Floyd (insisto, lejanamente, no vayan a saltar aquí las alarmas). Un cierre por encima de la media del disco.

Hasta aquí la versión normal. Luego están las ediciones Deluxe y la SuperDeluxe, donde os podréis encontrar material bastante guapo. Una versión flipante de auténtica película de AlgorithmThe Dark Side con piano, acústicos varios, el live de Thought Contagion… e incluso Pressure tocada por la marching band de la Universidad de California en Los Ángeles. Merece la pena darle un repaso.

CONCLUSIONES

Simulation Theory necesita de varias, bastantes escuchas para captar todo lo que Muse ha introducido en su nuevo trabajo. Tratar de elaborar una crítica coherente y aceptable con una sola escucha (ya no digo de pasada o sin cascos, hablo de una buena oída) es un ejercicio de frivolidad. Salta a la vista (y al oído) que no bromeaban con lo que traían. Decían en entrevistas que, viendo Blade Runner, decidieron llevarse una pantalla al estudio y sentarse a visionar películas y contenido televisivo de la década de los 80, su infancia. A partir de ello, el objetivo fue el de ir encontrando sonidos que ponerle a tales contenidos y crear temas desde esa base. Y éste es el resultado obtenido.

Es innegable que el disco es una patada en la boca a esa facción de fans que imploran cada día por la vuelta de Muse a sus inicios, a esos espectaculares e inigualables Origin of SymmetryAbsolution. Como he comentado, en su categoría de «Rock Alternativo», los de Teignmouth se han ido descaradamente a lo «Alternativo». Producciones como AlgorithmThe Void no desentonarían en absoluto en cualquier banda sonora. El hecho de abrazar la cultura «synthpop-ciencia ficción» de los 80 implica el procesamiento de los sonidos (aagh, la percusión) y el uso masivo de sintetizadores. Si se pega un repaso al tracklist, con la única excepción de Pressure, todos los temas llevan su capa electrónica en la sección instrumental. No voy a decir que eso sea mejor o peor, pero desde mi punto de vista, no puedo estar de acuerdo con tal exterminio del buen sonido de una guitarra, un bajo y una batería. Si se quiere experimentar, que al menos exista cierto equilibrio, como ocurrió en The 2nd Law. Si no, te queda un muy cuco álbum synthpop, synthrock y synthalma (he hilado demasiado fino, perdón).

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Muse recogiendo el NME Award a Mejor Cabeza de Cartel de Festival. En la entrevista que les hicieron, dijeron que el nuevo tour «va a volar la cabeza» del público. F: NME

El balance es que tenemos algún que otro temón, buenos temas, temas regulares y alguna que otra auténtica basura. Si creíamos que The 2nd Law era experimental, queda bastante claro que estábamos equivocados. No creo que sea un disco que pase a los anales de la historia musera, pero tampoco es el bodrio que se intenta hacer ver por ahí. Parece que aquellos a los que solo les gustan los discos antiguos no recuerdan temas experimentales como por ejemplo Endlessly, que a mi parecer no es mejor que lo experimental que nos encontramos aquí. O lo recuerdan pero oh, casualidad, ése si que es bueno. En fin. No voy a defender a capa y espada cualquier cosa que hagan, al texto me remito. Pero la crítica que refleja pura falta de coherencia y rigor, basada en el dogma inamovible de «lo de los discos viejos es mejor» porque sí, por decreto ley, es lamentable. Y lo que es peor, abundante.

Nada que objetar a la producción llevada cabo por ellos mismos, por el habitual Rich Costey (presente desde Absolution salvo en The ResistanceThe 2nd Law) y con la colaboración de Mike Elizondo (A7X, Twenty One Pilots), Shellback (productor de todo el pop internacional que se os pueda ocurrir, vaya) y Timbaland (lo mismo pero con rap norteamericano). El sonido que aparentemente se buscaba está perfecto.

A nivel personal de cada miembro, es evidente la influencia derivada de que el disco se haya enfocado al plano vocal y al tema sintetizadores. Por supuesto, Matt destaca en ese apartado, gran trabajo. Pero, ¿dónde está la guitarra, amigo Matthew? A cuentagotas. Veremos si estamos hablando de algo puntual por las características del disco o si esto va a ser tendencia y estamos ante (Dios no lo quiera) los nuevos Arctic Monkeys (o Alex Monkeys). Me flipa el lado experimental de Muse, pero echo mucho de menos los guitarrazos y la potencia marca de la casa.

Salvo quizá en Thought Contagion, Chris, que venía en clara línea ascendente en los últimos trabajos, pasa desapercibido como pocas veces recuerdo en la discografía de los británicos. Algo parecido pasa con Dom, que parece que va a tener que invertir más en pads de batería electrónica que en parches para la acústica como vayan con la idea de tocar todo esto en directo. Será interesante ver qué trasladan al escenario y qué no, además de cómo lo harán para clavar cada tema (como siempre hacen en concierto) con tanta producción.

Y no me extiendo más, que ya está bien. Si has llegado hasta el final, olé tú, mi más sincero agradecimiento. Hoy día no hay mucha gente que soporte leer más de tres párrafos seguidos. Muse va a levantar muchas ampollas con un álbum muy ambicioso pero que da la sensación de faltarle algo. Como he dicho, me encanta la vena experimental del grupo, pero no tiene ese «uau» final que te deja boca y culo abiertos y la certeza de que esto no se va a olvidar jamás. El poso de que será simplemente un disco más en su carrera está ahí, y eso es algo que no gusta, no gusta nada. Para mí es de agradecer la innovación, ya que como músico pienso que hacer siempre lo mismo es propio de bandas o bien sin ambición o bien sin capacidad creativa. Y está claro que los británicos van sobrados de ambas, rasgo que siempre les ha acompañado y definido. Pero ha faltado ese «algo» para hacer de este Simulation Theory algo memorable. No es para nada un mal disco (de momento, veremos con el tiempo, lo veo un pelín más flojo que The 2nd Law y mucho mejor que Showbizpero sabemos que, sea Rock o sea Alternativo, Muse tiene capacidad para hacer un mejor trabajo. Eso sí, la temática y algunas canciones bien permiten soñar con un concierto de época en la gira de estadios que viene y que podremos disfrutar en Madrid el 26 de julio. Y eso, hablando de Muse, son palabras muy, muy mayores.

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El próximo tour de Muse, que será por estadios, promete ser de época. F: live-production.tv

3 comentarios

  1. Gran crítica! Me ha encantado leerte. Da gusto leer una crítica con sentido. Estoy muy de acuerdo con muchos de los comentarios que haces. Digamos que al 80%. He tenido muchas de las sensaciones que describes y comparto muchas de tus críticas. Y me has hecho ver alguna cosa que no me había fijado como el mensaje que podría tener pressure. La primera escucha del disco y pensar… joder, estos han visto demasiado stranger things… XD. Pero a base de escuchas le he ido encontrando el rollo y creo que les ha salido un gran disco. No entro a decir si mejor o peor que uno o el otro, porque todos me parecen buenos o muy buenos, cada uno tiene su historia. Pero creo que dice mucho de muse la trayectoria que llevan. No se estancan, experimentan, cambian, inventan… Para nada estoy de acuerdo con que get up and fight sea el peor tema del disco, pero si el mas popero. Tampoco estoy de acuerdo con ese «algo» que dices que le falta. Para mi, el disco es una gran pieza, eso si, obviamente, el tiempo y los fans lo pondrán en su sitio. Un saludo!

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    1. Hola Andrew! Lo primero, muchas gracias por dejar tu opinión, siempre se agradece el feedback! Y lo segundo, gracias por el contenido del comentario, por todo lo que comentas de tu punto de vista y demás, da gusto leer a gente así, que expone y comenta sus ideas de forma sana.
      No puedo estar más de acuerdo en lo que dices del no estancamiento de su trayectoria, otra cosa no, pero la innovación es uno de los rasgos definitorios de esta gente. Por supuesto, también respeto a quien le pille el gustillo a Get Up and Fight. Ya has podido ver que no puedo con ella😂, pero para gustos los colores, está claro. Y como bien dices, tiempo y fans pondrán el álbum donde merece estar. Un placer leerte y me alegro de que te haya gustado la crítica! Saludos!

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